Aunque sus sorprendentes revelaciones no se han producido por iniciativa propia, sino por la presión a la que les ha sometido el presentador Andy Cohen.
Las estrellas televisivas Kourtney y Khloé Kardashian han terminado siguiendo el ejemplo de su hermana más famosa, Kim Kardashian, a la hora de pronunciarse sobre el consumo de drogas que definió, entre otras muchas cosas, parte de sus años más locos de juventud.
Y si en su momento Kim no solo confesaba que había tomado éxtasis con relativa frecuencia, sino que además atribuía a su consumo algunos de los momentos más embarazosos que ha vivido en su larga trayectoria mediática -como la grabación de carácter sexual cuya filtración acabó catapultándola a la fama o su matrimonio de 72 días con Kris Humphries.
Kourtney y Khloé han reconocido ahora que ellas también ingerían metanfetamina y otros estupefacientes cuando se les presentaba la ocasión.
"Yo lo he tomado alguna que otra vez, pero siempre con Kim", afirmó Khloé en medio del programa 'Watch What Happens Live', como si quisiera responsabilizar a su hermana mayor de sus propias transgresiones.
Te recomendamos: "Reprenden" a Anuel por tatuaje en honor a Karol G
La primogénita de Kris Jenner, por su parte, prefirió despistar en un primer momento antes de que la tercera hermana Kardashian le pusiera contra las cuerdas.
"No lo sé, sinceramente", empezó a relatar Kourtney antes de que Khloé la interrumpiera y le espetara: "¿Cómo que no lo sabes? ¿No recuerdas si has tomado una pastilla en tu vida?".
En ese momento, y dando por perdida la batalla, Kourtney intentó exprimir su última gota de dignidad para señalar que, aunque también había experimentado con esas sustancias, jamás se hubiera atrevido a hacerlo delante de sus hermanas pequeñas.
"Sí, lo he hecho, pero no con ustedes dos delante. Antes me moriría", sentenció Kourtney.
En cualquier caso, esos caóticos tiempos de rebeldía han quedado definitivamente atrás para las tres hermanas Kardashian, quien el día de hoy se presentan ante el mundo como habilidosas empresarias, madres responsables y, por supuesto, como máximos exponentes de la rentabilidad del negocio de la telerrealidad.