Ramón Valdés salió de “El Chavo del 8″ en 1979 por diferencias con Florinda Meza. Transcurridos 10 años, en 1987, se unió a “¡Ah, qué Kiko!” (el actor debió cambiar el nombre por una cuestión de derechos sobre el personaje).
Fue en ese show, según el testimonio brindado por Villagrán, que grabó una escena en la que “muere” poco antes de su deceso en la vida real. Una auténtica predicción, aun cuando ya arrastraba el sufrimiento de la cruel enfermedad por la excesiva dosis de tabaco que ingería en forma de cigarrillos, destacó Ecuavisa.
El intérprete señaló con asombro que “Kiko y otros se retaban para visitar un panteón para ver quién tenía más valor en la noche. Don Ramón lo sabe y va a buscar a Kiko. Entra al panteón con el efecto de bruma. Entra, se pierde en la bruma y “¡corte!” se queda. Esa fue la última escena. Entra a un panteón, desaparece y eso fue lo último que hizo. Después de eso, muere”.
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Don Ramón falleció el 8 de agosto de 1988 a los 64 años, tres años después de haber sido desahuciado por los médicos de la época quienes le trataron su cáncer estomacal; aunque fue operado para detener y erradicar la enfermedad, esta hizo metástasis en su médula espinal y aceleró su fallecimiento.
En una entrevista, Florinda Meza aseguró que Don Ramón era el único integrante de la producción de El Chavo del Ocho que tenía problemas con las drogas, además de que bebía alcohol y fumaba mucho, circunstancias que tendrían relación con el cáncer que padeció y le quitó la vida.
Su entierro congregó a una multitud. Asistió su gran amigo Carlos Villagrán, por supuesto. Pero también el Señor Barriga y el Profesor Jirafales.
