Enrique Iglesias es uno de los cantantes que siempre tratan de complacer a sus seguidores durante sus presentaciones, pues además de su música, el artista tiene la costumbre de besar y abrazar a sus incondicionales en pleno espectáculo.
Sin embargo, las imágenes que circularon hace unos días por la red han dado mucho de qué hablar, pues el cantante aprovechó uno de sus conciertos en Ucrania para consentir con un beso más que apasionado a una de sus fanáticas . En las escenas se ve a Enrique recibir un regalo de una mujer que esta junto a él en el escenario, posteriormente, ella lo abraza y le da un beso en la boca, pero en esta ocasión, a diferencia de otras, los labios del artista y de la fan estuvieron pegados por largo tiempo, desatando los comentarios a favor y en contra de esta acción.
Sin embargo, este beso parece no haber afectado la relación del cantante con Anna Kournikova, pues recientemente declaró que su relación vive uno de sus mejores momentos. A diferencia de otras parejas que no pueden evitar que la pasión se atenúe con el paso del tiempo y, sobre todo, con la llegada de bebés, Enrique y Anna pueden presumir abiertamente, como acaba de hacer el cantante, de mantener relaciones sexuales con más frecuencia que nunca desde que ejercen de orgullosos padres de los mellizos Nicholas y Lucy, nacidos el pasado mes de diciembre.
"Creo que ahora tengo más sexo que nunca. El sexo no se ha visto reducido lo más mínimo", ha expresado el afamado intérprete en una impactante entrevista al diario británico The Sun, que se produce a escasos días del esperado concierto que el astro del pop ofrecerá en la ciudad de Londres.
Desde que Enrique y Anna recibieran a sus bebés hace casi ya un año, un feliz acontecimiento que se vio marcado, entre otras cosas, por la maestría con la que la ex-tenista rusa fue capaz de mantener oculto su embarazo y neutralizar cualquier pista que pudiera poner en alerta a los medios de comunicación, el hijo de Julio Iglesias parece haberse relajado un poco en lo que a proteger con celo su intimidad personal y familiar se refiere, hablando sin reparo alguno sobre la faceta maternal de la mujer con la que lleva casi dos décadas de sólida relación, destaco Quien.com
"Como cualquier otra pareja, nosotros tenemos nuestros altibajos y lo nuestro nunca ha sido del todo perfecto. Pero es perfecto de alguna forma y lo es para mí. Es increíble ser testigo de lo buena madre que es. Es increíble ver a una madre hacer todo lo que hace, ese momento en el que salen a relucir los instintos", ha confesado en la misma conversación.
Pese a que su debut en la paternidad el año pasado consiguió rebajar la intensidad del debate público que siempre ha existido en torno a una posible boda, lo cierto es que Enrique y Anna todavía tienen que seguir dando explicaciones sobre aquellas razones que les han llevado a sortear, de momento, ese trámite que ambos consideran poco relevante y meramente simbólico.
"Estamos muy felices tal y como estamos. Cuando llevas tanto tiempo con la misma persona, llega un punto en el que ya sientes que estás casado. Creo que la única diferencia entre otras parejas y nosotros es que nosotros no hemos tenido que caminar hasta el altar", ha asegurado con total naturalidad.