Ben Affleck, que ingresó recientemente en una clínica de desintoxicación, ya está mucho mejor. El actor estadounidense acaba de anunciar que esta misma semana ha completado su rehabilitación de su adicción al alcohol.
El actor lo ha anunciado a través de una publicación en su cuenta de Instagram, en la que el protagonista de películas como «Armageddon» asegura que ya ha terminado, aunque continua como «paciente ambulatorio».
«El apoyo que he recibido de mi familia, colegas y seguidores significa más de lo que puedo expresar. Me ha dado la fortaleza para poder hablar de mi enfermedad con otros. La batalla contra cualquier tipo de adicción es un lucha difícil y para toda la vida. Por tanto, nunca se está, en realidad, fuera o dentro del tratamiento», cuenta en Instagram.
Hay «mucha gente que ha hablado en los medios sobre sus propias experiencias con las adicciones. A esa gente, quiero decirle gracias», añade el actor californiano. También anuncia que «acepta con humildad» seguir aprovechando la ayuda de la gente para, más adelante, poder convertirse en un ejemplo para otros enfermos.
Pero mientras termina de recuperarse, la que hasta ahora era todavía su mujer, Jennifer Garner, ha aprovechado para acelerar el proceso de divorcio. La actriz ha puesto en manos de un juez privado los documentos legales necesarios para agilizar el proceso de separación, que anunciaron en 2015, aprovechando esta buena racha de Affleck.
Al parecer, de acuerdo a TMZ, Jen no quería establecer un acuerdo de custodia de sus tres hijos hasta que su ex no estuvo completamente recuperado de su adicción.
Ha sido muy generosa con él (fue ella la que tomó la decisión de llevarlo a rehabilitación cuando Affleck ya había rehecho su vida) y ahora, que parece que se recupera, quiere solucionar las cosas de una vez por todas y zanjar la relación, por ella y por el bien de los hijos que tienen en común: Violet, 12 años, Seraphina, 9 y Samuel, 6, sentencio ABC.