Un año después de dar su “peor noticia” en vivo por televisión, Lili Estefan concedió la entrevista que mucho de su público había estado esperando: los detalles de su separación de Lorenzo Luaces.
Según el medio especializado Univisión, lo hizo en su ‘casa’, en El Gordo y la Flaca, y a preguntas de su compañera Tanya Charry, parte de su familia televisiva. ‘La Flaca’ explicó que justo días después de que el huracán Irma golpeara con dureza Miami, ella vivió su “propio ciclón”.
El 14 de septiembre de 2017, Lili Estefan miró a las cámaras de El Gordo y la Flaca y contó, “con un nudo en la garganta”, que se separaba de su esposo. Ese momento, que ella jamás pensó que le ocurría en su vida, fue un ‘shock’ para sus compañeros, y también para la audiencia. Esa decisión de airear sus situaciones personales fue muy meditada.
“Tengo que ponerme los pantalones y mezclar mi vida personal con el programa”, contó Lili. Quería evitar que esto se convirtiera en un escándalo en otro medio y que salieran a la luz unas fotografías que un paparazzo le había tomado a su esposo con otra mujer.
Fue Lorenzo quien le pidió que lo hiciera para que el fotógrafo supiera que ella estaba enterada de esas imágenes. Resultó, según comentó Lili, que además del drama familiar que suponía la revelación de una infidelidad, estaban siendo chantajeados.
El dueño de las fotos les estaba pidiendo “extremadamente mucho dinero” por esas comprometedoras instantáneas que además estaba ofreciendo a medios de comunicación, incluido el propio show El Gordo y la Flaca.
La táctica de adelantarse, de reventar la exclusiva del paparazzo, resultó como esperaba y finalmente Lili pudo retirar las imágenes del mercado del chisme. Ella compró las fotos y lo hizo por sus hijos.
Tras conocerse sus problemas matrimoniales, Lili se ausentó de El Gordo y la Flaca por casi tres semanas. Se dedicó a estar con sus hijos “24/7” y admitió que en un principio sus niños “lo pasaron un poquito feo” por comentarios que recibían en redes sociales.
Fue en esos días que ella pensó en replantearse su vida, incluso si iba a regresar a la televisión. Llegó a dudar -y hasta día de hoy lo hace- de si había hecho lo correcto revelando en televisión que se estaba separando. Necesitaba centrarse en los suyos.
“Siempre he sido mucho de la familia y la veía tan fragmentada”, manifestó Lili que trataba de encajar las piezas de lo que le estaba pasando. Lorenzo, su esposo, había hecho algo que “todos los hombres hacen”, pero a él le ha tocado pasar por el escrutinio del público porque se casó con “una figura pública”.
Hoy, un año después, Lili confesó que sigue creyendo en el amor y dejó la puerta abierta a sanar todas las heridas con su esposo.
“(Tengo) fe de que algo se pueda hacer”, dijo antes de rematar que “las cosas pasan por algo, había algo que arreglar”.
La conductora decidió hablar sobre su separación con motivo de los 20 años de El Gordo y la Flaca, aunque asegura que surgió todo de forma muy natural. Cuando la gente le preguntaba por qué no había dado más detalles sobre lo que le pasó, ella aseguró que no fue a propósito. “Creo que no me di cuenta, y pasó un año”.
Con la voz quebrada, Lili aseguró que en estos últimos 12 meses aprendió de la importancia de los amigos y del “dolor de tantas mujeres ahí fuera que pasan por esto, mujeres guerreras” con las que se identifica mucho.