Tan solo unas horas después de desfilar en la Semana de la Moda de Nueva York para Rihanna, la modelo Slick Woods daba a luz a los nueves meses de embarazo.
El hecho de pasearse por la pasarela en ese estado la convirtieron en el centro de todas las miradas, pero la sorpresa fue a más cuando se conoció que poco tiempo después se había puesto de parto, nada más bajarse de la pasarela, entre bastidores, informo ABC.
La sorpresa del nacimiento de Saphir fue casi la misma que cuando se enteró de que se encontraba esperando un bebé, que no fue hasta los cinco meses de gestación. «Estaba realmente muy, muy enferma en Londres, pero pensé que era por los viajes, así que un médico me recetó pastillas para la gripe. Fui a París y más píldoras para la gripe. Después llegué a Los Angeles y me hicieron una ecografía. Vi la cara de mi bebé y escuché los latidos de su corazón», explicaba en una entrevista para la revista «Elle» hace unos meses.
La historia de su infancia y juventud es igual de sorprendente. Bien podría ser el guion de una película con final feliz. Con tan solo cuatro años, condenaron a su madre a dos décadas de prisión por homicidio. Su abuela fue la que se hizo cargo de la pequeña, pero la dicha poco le duró, tan solo unos años, cuando esta se divorció, se vio obligada a vivir en la calle.
Ya de adolescente, Woods decidió abandonar el instituto, lo que le llevó a meterse en problemas con las drogas. Estuvo incluso algún tiempo en la cárcel por varias estafas bancarias. Su vida dio un giro de 180 grados cuando conoció a la modelo Ash Stymest, que le habló del mundo de la moda y le ayudó a impulsar su carrera.
Pronto se convirtió en un rostro conocido dentro del mundo de la moda. Ha colaborado en varias ocasiones con Rihanna y ha trabajado para marcas como Miu Miu, Fendi, Calvin Klein y Jeremy Scott. No es de extrañar, teniendo en cuenta que tiene una belleza muy característica: es de rasgos exóticos, además de que tiene los dientes separados (diastema).