Brandon Johnson, el dealer que le vendió la droga a Demi Lovato, no será arrestado ni siquiera investigado por la Policía de Los Ángeles, de acuerdo a reporte del sitio TMZ.
La semana pasada, Johnson habló públicamente sobre la noche que casi le cuesta la vida a cantante de 26 años, quien continúa internada en una clínica de rehabilitación, informo Infobae.
Al ser abordado por la prensa, detalló que recibió un mensaje de texto a las 4 am de Lovato y le pidió que fuera a su mansión de Hollywood Hills. Asimismo, aseguró que sabía que la droga que consumió era peligrosa: "Sabía en un 100 por 100 lo que estaba tomando".
Además, reconoció que le había advertido a su "amiga" que las sustancias que tenía disponible -por el horario en el que lo había pedido- no era de la mejor calidad.
De acuerdo a algunos especialistas, estas son unas píldoras conocidas como del 'after market', que podrían haber sido mezcladas con fentanilo. Estas sustancias no pasan por ningún tipo de regulación de la Administración de Medicamentos y Alimentos.
El 24 de julio, los paramédicos concurrieron a la residencia de la estrella tras una llamado de emergencia al 911. Fue encontrada inconsciente en su habitación y trasladada al hospital Cedars-Sinai Medical Center, donde estuvo internada por dos semanas.
"Se quedó dormida. Pasa todo el tiempo. Hacemos lo que hacemos… y se desmayó", dijo Johnson, quien calificó su vínculo con Lovato como una "amistad sexual".
La intérprete aún sigue en tratamiento y se desconoce cuándo será dada de alta.
Lovato es conocida por su lucha contra el trastorno bipolar, la adicción y el trastorno alimentario, con los que ya acaparó atención de la prensa años atrás. Según el portal TMZ, la cantante también lucha contra la drogadicción y pasó seis años sin consumir ningún tipo de droga ni alcohol.
