Club de Cuervos es una serie mexicana producida por la plataforma Netflix, la cual en este 2018 estrenó un spin-off titulado "La Balada de Hugo Sánchez". La trama de esta producción es sobre un equipo de fútbol que a duras penas se mantiene en la categoría, el cual en esta ocasión viajará a Nicaragua para un torneo corto con un jugoso premio monetario.
No era primera vez que esta serie creada por Gaz Alazraki y Michael Lam mencionaba a Nicaragua como un recurso de comedia. En la tercer temporada se había dado una situación en donde Isabel Iglesias, co-propietaria del club de fútbol de la ciudad ficticia Nuevo Toledo; amenazaba a uno de los jugadores diciendo que si no se comportaba lo mandaría a un equipo de una división inferior en el país centroamericano.
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Pero la historia sobre esa pequeña burla la ampliaron con "La Balada de Hugo Sánchez", ya que se lleva a cabo en Nicaragua por el Torneo de las Aves, competencia que reúne a clubes de fútbol de la región que tienen a un tipo de ave en su nombre. Por parte del país pinolero están los "Guardabarrancos de Nicaragua".
5 millones de dólares se llevará quien resulte campeón de ese torneo de fútbol, por lo que tanto Isabel como su hermano Chava, interpretado por el inconfundible Luis Gerardo Méndez, luego de una pequeña discusión se dan cuenta que con ese dinero podrán salvar a la institución que representan, la que está en números rojos y con un compromiso comercial que les arrebató hasta su identidad.
De esa forma Chava con su forma característica de denigrar a lo que considera no es de su nivel, manda a su tímido y leal asistente Hugo Sánchez a que acompañe a los jugadores a Nicaragua… Y es donde comienza todo lo negativo.
Club de Cuervos ni siquiera se tomó la molestia de grabar en nuestro país (lo que se habría realizado a finales de 2017 o comienzo de año cuando mucho, antes de la crisis), sino que lo hizo en Colombia.
El retrato que hacen de la tierra de Rubén Darío es ofensivo y humillante, nos ven como si estamos en una selva con una epidemia de zika, además de recalcar la mala fama que hay en Centroamérica: ignorancia, pobreza, mala educación, violencia, entre otros. Y ni siquiera vale la pena comentar sobre el acento que ocupan para representar a los nicas.
La pregunta es que cómo un país como México, acostumbrado a ser pisoteados por la cultura norteamericana de Hollywood que siempre los refleja como gente ignorante y torpe, o que se apropian de la cultura mexicana a su antojo para los fines que estimen conveniente, puede hacer algo así con un hermano latinoamericano.
Es cierto que existe una regla tácita en la comedia que dice que no hay nada de lo que uno no pueda burlarse; pero también existe la inteligencia para poder hacer una buena broma, aspecto con que definitivamente Club de Cuervos decepciona enormemente, a pesar de haber tenido tres temporadas sólidas y bien escritas.
No recomendamos que la vean, pero si les come la curiosidad, está disponible en Netflix.