Decimos que la cantante británica Dua Lipa cometió un descuido aprócrifo porque, como los evangelios que no están en la Biblia, es de dudosa autenticidad.
La verdad es que esta chica tiene un tren de asesores detrás de ella. Desde su manager, fanático del Liverpool y por ende hombre que sabe lo suyo, hasta el último maquillador, su equipo está lleno de estrellas en cada una de sus áreas. Quienes lo duden pueden echar un vistazo a sus espectacularses vestuarios, a los detalles sonoros de sus canciones o a sus pequeños gestos en el escenario.
Dua Lipa no es un éxito comercial de carácter definitivo por casualidad. Sabe lo suyo y lo mejor de todo es que se deja asesorar.
Como sea, lo más importante de esta chica no es lo que se ve sino lo que canta. Al público todavía le cuesta asimilar que ella componga sus propias canciones. Le dicen que es mentira, que otro las hace por ella.
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Lipa responde que las críticas a ella y las acusaciones de mentir son por culpa de los arquetipos sociales. Una vez dijo que la gente está capacitada solo para soportar a una cantautora cuando esta se sienta en una silla a cantar sus baladas mientras toca la guitarra.
Pero Dua Lipa es mucho más que eso y por eso cuesta asimilarla. La británica canta de una forma extraordinaria, baila con coreografías increíbles y además comenzó a hacerse famosa cuando era modelo. Así que es toda una diva. Y eso que solo tiene 22 años. ¿Qué será de ella? ¿Adónde llegará con tanto talento? La verdad es que a los 30 años seguramente será tan famosa como Madonna o Britney Spears lo fueron. Eso mientras no decida mandar todo esto del espectáculo al carajo.
