El éxito que ha cosechado la serie “This Is Us” es el sueño de todo actor: el drama familiar protagonizado por Mandy Moore y Milo Ventimiglia conquistó a crítica y público por igual desde la emisión del episodio piloto, al que a diferencia de otras apuestas televisivas de 2016, no le había precedido ni una gran expectación, ni una campaña de promoción especialmente fuerte.
Sin embargo, esa popularidad también encierra ciertas consecuencias negativas, comenzado porque la mayoría de su elenco se convirtió de la noche a la mañana en rostros reconocibles con una base de fans muy entregada. Justin Hartley, que interpreta a uno de los hijos del matrimonio protagonista de la historia, ya ha sido víctima de esa cara oculta de la fama cuando una espectadora le reconoció mientras cenaba con unos amigos en Chicago.
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"Esa mujer… no sé quién era, era una desconocida para mí, eso es lo que importa. Ella me vio y empezó a gritar, como si se hubiera vuelto loca. Se abalanzó sobre mí y empezó a besarme", explica el intérprete en una entrevista a la revista Good Housekeeping.
Por regla general, existe una especie de norma no escrita entre las celebridades para restar importancia a los arrebatos de efusividad de sus admiradores, pero a Hartley no le ha temblado el pulso a la hora de comparar esa invasión de su espacio personal y las libertades que se tomó su admiradora con lo múltiples casos de acoso sexual que están saliendo a la luz en los últimos meses en la industria de la que forma parte.
"Le tuve que decir: 'No puedes abordar a alguien que conoces y poner tu boca en su cara. Si yo te hiciera eso mismo a ti, acabaría en la cárcel. Por favor, para. Y no es que quiera darte una lección, pero creo que podría ser una muy buena para ti. No vuelvas a hacer algo parecido a alguien, nunca más'.
Al final enmendamos más o menos la situación, por así decirlo, y todo se calmó", asegura el actor, que aún así se negó a fingir una calma que no sentía para sacarse una fotografía con la mujer. "Le dije que estaba bien, y en general no tengo ningún problema con las fotos, pero en esa ocasión le dije que no podía sacarme una foto con ella después de que me hubiera acosado sexualmente. Prefería no hacerlo".
Su negativa no sentó nada bien a la desconocida, que para su sorpresa no dudó en insultarlo mientras se marchaba: "No tengo ningún problema en contar lo que sucedió porque creo que debería estar avergonzada de sí misma", afirma.