Tras casi dos años juntos, la cantante Ariana Grande se separa del que fue uno de sus mayores apoyos emocionales tras los atentados de Manchester.
Cuando apareció en la gala del MET con un vestido que recordaba al de una novia, naide podía intuir que hoy estaríamos hablando de esto. Sobre todo porque siempre se ha dicho que después de las vacaciones es cuando más parejas rompen su relación. Y debe ser verdad, porque Ariana Grande acaba de convertirse en la excepción que confirma la regla.
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Según afirma la web TMZ, la cantante acaba de poner punto y final a su relación sentimental con el rapero Mac Miller, con el que llevaba saliendo desde septiembre de 2016 y junto al que ha pasado el que es sin duda el momento más duro de su vida: sobreponerse a los atentados terroristas que hubo en Manchester al finalizar un concierto de su gira Dangerous Woman.
Aquella traumática experiencia, lejos de ponerles a prueba, los hizo más fuertes, ya que Ariana encontró en Miller el apoyo emocional que necesitaba para seguir adelante. Y así ha seguido siendo shasta ahora en el que, por culpa de la ocupadísima agenda laboral de cada uno, que les impide verse tanto como querrían, hace totalmente imposible que sigan juntos.
Vamos, que rompen antes de verano y no precisamente porque estén hartos de verse la cara en la playa. Esa es la excepción de la que hablábamos.
En cualquier caso, y según afirman varios medios estadounidenses citando a fuentes cercanas a la pareja, tanto Ariana como Mac Miller habrían tomado la decisión de mutuo acuerdo. Por eso habrían decidido seguir siendo buenos amigos.
Y nos alegramos que así sea, porque si el título de la última canción que ha estrenado Ariana, No Tears Left To Cry (No quedan más lágrimas que llorar) es autobiográfico, con este disgusto la pobre iba a volver a quedarse deshidratada.