El actor mexicano sorprendió a su público de esta manera.
Si hay alguien que sabe cómo disfrutar la vida a la altura de los pesares, ése es Gabriel Soto. El actor siempre tiene una sonrisa en la boca y prefiere quedarse con lo positivo de las cosas. Sus imágenes en Instagram así lo demuestran, pero también el extracto de este video durante su paso por el programa mexicano Hoy.
El programa "Hoy", en su nueva temporada, la cual comenzó el pasado 12 de marzo, tiene entre su contenido secciones como la que coordina Damaris, ex participante de "Enamorándonos". Esta semana el invitado de honor de la conductora fue Gabriel Soto, quien estuvo en una clase de "twerking".
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Durante una de sus visitas para hablar de su vida y su trabajo, el que fuera marido de Geraldine Bazán, mostró sus Increíbles dotes de bailarín. Su coreografía no fue una cualquiera, no. Todo lo contrario, Gabriel se atrevió con uno de los pasos de más actualidad, el regimiento.
Sin pensárselo dos veces, el protagonista de Vino el amor , se mostró muy atento a la clase personalizada que la profesora impartió. Entre risas y bromas, aunque al principio parece que el movimiento de la cadera se resistió un poco, terminó haciéndolo a las mil maravillas, y sin ridículo de ningún tipo.
Aunque era una broma y una buena excusa para pasarlo bien, Gabriel se encontró en un gran momento. No perdió el sentido del humor y se prestó para el baile sexy con la mejor de sus sonrisas. Todo un detalle teniendo en cuenta su delicada situación personal.
Actualmente recorriendo las ciudades y pueblos mexicanos con la gira de la obra de teatro ¿Por qué los hombres aman las cabronas?, Gabriel tiene que hacer frente a muchas preguntas y rumores. Y todo porque su compañera de escenario no es otra que Irina Baeva, la actriz con quien se relaciona sentimentalmente.
Asegurar que se han visto juntos en Acapulco y que su romance está cocinándose, pero el actor no se ha pronunciado al respecto. Lo que sí está dicho y claro es que está contento a pesar de sufrir un duro bache tras su divorcio. Lo demás, el tiempo dirá. ¡Nos encanta verte sonreír!
