Excéntrica, Alocada. Siempre en el centro de todas las miradas. Desde looks casi imposibles a encarnar la elegancia más clásica y convencional. Así es ella. De árbol de Navidad, de Yeti, de Pollo, de e strella gigante… Desde que en 2008 las discotecas de medio mundo bailaran los primeros hits de Lady Gaga, la cantante ha vestido cualquier cosa que se te pueda pasar por la cabeza creando un personaje misterioso y mediático a su paso.
Sin embargo, atrás queda el controvertido “vestido filete” con el que sorprendió en los MTV Video Awards de 2010, el tamaño de sus hombreras con las que se paseaba en aquel 2009 en el que se empezaba a dar a conocer más por sus "atentados” contra la moda que por sus éxitos musicales. A través de sus pelucas, maquillajes, máscaras y plataformas, la cantante del pop inventó un estilo único, reconocible y, sobre todo, sorprendente. La infinita lista de identidades que hay detrás de ella ha crecido con el paso de los años acompañado de absurdo teatro y mucho espectáculo.
Una década después de revolucionar la escena del pop, la también actriz ha decidido cambiar su forma de mostrarse ante el mundo y enseñar quien es Gaga tal y como es. Es verdad que, aunque los outfits de Stefani Joanne Angelica Germanotta –como se llama en realidad– han cambiado mucho, ponerse un atuendo elegante o bonito no le ha interesado ni hecho falta nunca. No iba con su forma de ser ni con la manera que tenía de lidiar con la fama.
Fama que le ha pasado factura en alguna ocasión. Viene de tiempo atrás pero se ha mostrado de manera más evidente durante este último año. La cancelación de su gira europea por causa de la fibromialgia que sufre y que le ha incapacitado durante unos meses ha sido la gota que ha colmado el vaso. Pero su ausencia en el escenario no ha extendido por mucho tiempo.
Hace apenas unos años, Stefani era una joven de Manhattan, morena, a quien la gente no solía prestar demasiada atención cuando cantaba baladas acompañándose al piano. “Inadaptada, distinta, incomprendida y freak”. Así se ha descrito en alguna ocasión la propia Lady Gaga. Y es que, hasta hace poco, no conocíamos mucho más de la chica que hay detrás del personaje de Gaga –aparte de sus hits Bad Romance, Poker Face o Telephone–. Para ella, la música siempre ha sido lo primero pero detrás de sus prendas salvajes siempre ha habido un proyecto en marcha o alguna idea en mente por hacer.
Las continuas llamadas de atención se han ido haciendo cada vez menos frecuentes y hasta sus looks de street style se han ido moderando. Ahora que los fans vuelven a estar ávidos de material –tras reprogramar su gira al completo para el 2018 y respetar el orden que tenía establecido antes de tener que suspenderla–, ya se especula con que su vestuario puede ser signo de lo que está por llegar.
Durante ocho meses, la cantante dio acceso casi total a su vida al cineasta Chris Moukarbel para conseguir el documental Gaga: Five Foot Two, que significa Gaga: 1,57 metros –su altura real o su manera de decir que no es la estrella tan grande que parece ser desde fuera–. Un filme cargado de reflexiones sobre su problemática y solitaria relación con la fama y sus fans. “Estoy sola, Brandon, cada noche. Paso de que todo el mundo me toque todo el día y me hable todo el día al silencio absoluto”. El director ha seguido a la diva del pop durante sus salidas, rodeada de gritos y flashes, hasta sus momentos de soledad. “Quería crear un retrato de su mundo interior”, señaló en una entrevista.
Ya sabíamos que Lady Gaga todo lo puede: ha recogido el Globo de Oro a mejor actriz por su interpretación en American Horror Story: Hotel, ha deleitado a 11 millones de espectadores en plena SuperBowl por el himno nacional de EEUU, ha homenajeado a Bowie en los Grammy y ha demostrado que la fibromialgia que protagonizó su propio documental–en el que retrata cómo lidia con el dolor en su vida cotidiana– ha quedado atrás. “Hay algo entro de mí que cree que el dolor es un micrófono… y el dolor no me hace ningún bien a menos que lo transforme en algo que lo sea”, confesó ella misma en el filme.
Lady Gaga, una de las mayores estrellas de la música pop a nivel mundial, ha aterrizado ya en Barcelona para entregarse a todos sus fans que desean –desde el pasado septiembre– disfrutar de su gira Joanne World Tour. El Palau Sant Jordi abrirá sus puertas para que el público descubra la magia de esta neoyorquina sobre los escenarios.