Dragon Ball Super: aparece una nueva fusión en el torneo de Fuerza

Este 5 de noviembre se estrenó el capítulo 114 de Dragon Ball Super, el cual por fin nos presentó al nuevo guerrero del que tanto se habló en semanas pasadas y que además, destacó por varias escenas con animación al estilo Dragon Ball Z —pero en HD— que dejaron muy satisfechos y emocionados a los fans de la saga.

En la entrega, titulada "¡Terrible! El explosivo nacimiento de un súper guerrero“, el combate entre Gokú y las dos saiyajin del Universo 6, Caulifla y Kale, se intensificó, mientras el Torneo de Fuerza continúa su desarrollo.

 

Kale, motivada por el deseo de volverse más fuerte para serle útil a Caulifla, volvió a convertirse en Super Saiyajin Berserker, pero gracias a su amiga, pudo dominar la furia de esta transformación. Juntas enfrentaron a Gokú, que nuevamente sufrió a causa del dúo.

El ki de Kale llamó la atención de varios rivales: Vegeta, Toppo y hasta Freezer lograron sentir el poder de la guerrera. Incluso, el “Emperador del mal” intentó enfrentar al par de mujeres saiyajin, pero Gokú lo detuvo. Por supuesto, a Freezer lo motivó el odio que siente por los guerreros de esta raza.

A pesar de la fuerza de Kale y Caulifla, la diferencia de poder entre ambos bandos se hizo evidente cuando Gokú alcanzó la fase de Super Saiyajin Dios. A las chicas no les quedó más remedio que usar los famosos pendientes Pothala —los zarcillos que llevan todos los Kaio-Shin— y fusionarse para crear una nueva súper guerrera.

Antes del Torneo de Fuerza, Shampa, el dios destructor del Universo 6 le dio a ellas ambos pendientes para usarlos “en caso de emergencia”. Bueno, ese momento llegó.

El capítulo finaliza con la aparición de Kafla, resultante de la unión de Caulifla y Kale, quien de primera instancia, logra golpear al protagonista y atrapar la atención de todos los que observan el combate.

Sólo faltan 21 minutos para que el Torneo de Fuerza termine.

Ahora, hablemos de la animación, uno de los puntos débiles de Dragon Ball Super y que le ha acarreado críticas desde sus comienzos en julio de 2015, pero que ahora se llevó las palmas.

El animador de este episodio fue Yuya Takahashi, quien entregó escenas que recordaron aquellos tiempos de Dragon Ball Z (sobre todo, la Saga de Buu). En algunos momentos —sobre todo los de Gokú— los dibujos destacaron por sus contornos gruesos y angulados y sombreados dramáticos.