El lujoso auto deportivo de Steve Jobs que subastarán por una millonaria cifra.
Se trata de un BMW Z8 modelo 2000, además al ganador de la subasta también se le entregará una copia de la placa que uso Jobs, manuales y un celular.
Uno de los personajes más emblemáticos de la historia moderna de la humanidad fue sin duda alguna Steve Jobs, quien fungiera como CEO de la gigante tecnológica Apple, debido a la forma en la que revolucionó el sector, al tiempo que marcó un precedente y generó tendencias sobre las presentaciones de la gama de equipos que saldrían a la venta.
Se trató de un personaje que, como la mayoría de quienes se encuentran en un puesto de liderazgo, generó polémicas y división de opiniones respecto a su persona; reconocido como un genio de los últimos tiempos, Jobs gozó de una reputación e imagen derivada de los seguidores de la marca a lo largo de los años.
El fundador de Apple compró su BMW en octubre del 2000 y lo vendió tres años más tarde. Aunque ha cambiado de dueños un par de veces, solamente ha recorrido solo 24.461 kilómetros.
Un elegante auto deportivo que fue propiedad de Steve Jobs pudiera venderse por más de USD 300.000 en una subasta en diciembre, y eso es prácticamente una bagatela comparado con otros vehículos que estarán a la venta allí.
"El vehículo tiene una copia de su vieja matrícula de California, bajo el nombre “Jobs, Steven P”, además de manuales y un celular, curiosamente, Motorola".
Los asistentes a la subasta de RM Sotheby's pudieran preferir un Ferrari 250 GT Cabriolet Series II modelo 1961 por Pininfarina, que tiene un estimado de preventa de entre USD 1,5 millones y USD 1,8 millones. O tendrán la oportunidad de adquirir un Porche 911 GT2 modificado de 1995, con un precio estimado de entre USD 1,1 millones y USD 1,4 millones, y un Chrysler D'Elegance de 1952 por Ghia, cuyo precio se estima entre USD 900.000 y USD 1,1 millones.
Pero entre todas esas opciones muchos pudieran optar por el auto de Jobs, un modelo que sirvió como "prueba para nuevas tecnologías ingenieriles", dice la casa de subastas. "Aunque no era un fanático de los autos", a Jobs le gustaba "el diseño alemán".