Ex integrante afirma que ‘The Pussycat Dolls’ era una red de prostitución

Parece que Hollywood ha entrado en un inagotable huracán de declaraciones femeninas sobre pasados abusos sexuales tras desatarse el escándalo de uno de sus productores más conocidos, Harvey Wenstein.

Desde que se hizo público raro es el día que no tenemos una nueva confesión sobre mujeres que han sido sometidas por hombres con poder y que no han hablado hasta ahora por miedo o vergüenza.

A la lista tenemos que sumar a Kaya Jones, ex componente de Pussycat Dolls que ha recurrido a las redes sociales para hacer pública su denuncia.

 

Justo cuando se confirma que habrá reunión del grupo, ella asegura que “no estaba en un grupo de chicas, estaba en una red de prostitución. Cantamos y fuimos famosas mientras todos se quedaban con el dinero que ganábamos”.

Declaraciones muy fuertes que ponen en entredicho a managers y ejecutivos de discográficas que las obligaban a mantener relaciones sexuales con ellos a cambio de conseguir que triunfaran, destaca Los 40.

Jones entró en el 2003, cuando se firmó el primer contrato discográfico del grupo. Pero tres años después decidió abandonar el proyecto, “sus sueños, a sus compañeras de banda y un contrato de grabación valorado en 13 millones de dólares”, reconoce, “sabíamos que seríamos las número uno”.

Y lo fueron, de hecho, aunque sólo grabaron dos discos, el grupo se convirtió en toda una marca estadounidense con un alto volumen de merchandising a su alrededor. Hasta había muñecas de las chicas.

Muchos se preguntan por qué esas mujeres que sufrieron abusos se han mantenido calladas tanto tiempo y es ahora cuando hablan.

Kaya Jones tiene la respuesta. Ahora es cuando la hacen caso, por todo lo que está ocurriendo, pero ella llevaba tiempo denunciándolo.

“En 2004 se lo dije a los ejecutivos de Hollywood, en 2005-06, a la prensa y en 2011 lo volví a repetir. Ahora espero que quede más claro y que los medios me hagan caso”, sentencia.

Y es que contar un suceso así no siempre es fácil. “Todos sufrimos abusos. A mí me amenazaron y me dijeron que si hablaba terminarían como mi carrera o, incluso, mi vida”, confiesa.

Y es que, aunque ahora tiene 33 años, Jones era muy joven cuando entró en el grupo. “Trataron de silenciarnos pero nos hicimos más fuertes. Intentaron drogarnos pero estuvimos muy despiertas. Intentaron ponernos en la lista negra, pero los fans nos siguieron. Ya no somos niñas”, asegura.

El grupo surgió en 1995 cuando decidió crearlo la coreógrafa Robin Antin. Entre sus chicas más conocidas estuvo Carmen Electra. Lo que en un principio era un proyecto de burlesque se fue convirtiendo en una girl band de pop y R&B.

Fue en 2003 cuando publicaron su primer disco aunque en 2009 anunciaron su disolución cuando estaban en lo más alto.

Jones tiene claro que todo lo que sucedió fue culpa de Antin. “Quiero que la madre de este infierno confiese por qué otra niña de uno de sus grupos de chicas se suicidó”, demanda.

La ex Pussycat Dolls habla de Simone Battle, una de las componentes de otro grupo dirigido por la misma coreógrafa llamado G.R.L. En septiembre de 2014 se quitó la vida.

La implicada no se ha quedado callada y, a través de The Blast, ha asegurado que todo lo que ha dicho Jones “no son más que mentiras repugnantes y ridículas”.

Asegura que no fue una chica de paso en el grupo y que está preparando acciones legales contra ella.

La única ex Pussycat Dolls que ha conseguido tener una carrera de éxito después de dejar el grupo fue Nicole Scherzinger que ahora es jurado de un talent show.

Ya en 2012, ella aseguraba que ella era la voz del grupo y que la mayor parte del disco había corrido de su parte. Unas palabras que hirieron a sus ex compañeras, una de ellas, Kaya Jones que no dudó en responder.

Por aquel entonces MTV recogió sus palabras con las que reconocía que “Nicole siempre fue alguien que quería ser el centro de atención y que estaba dispuesta a hacer cualquier cosa para conseguirlo”.