Me pone muy triste el hecho de que por culpa del ser humano, muchas de las maravillosas especies del mundo animal se ven afectadas hasta el punto de la extinción como ha pasado con el emú negro, el tigre del caspio, la foca de monje del caribe y el antílope azul, solo por nombrar algunos ejemplos.
Ese es el caso del rinoceronte blanco, el cuarto animal terrestre más grande y pesado luego de las tres especies de elefantes que existen y uno de los animales en peligro de extinción inminente, de hecho, solo queda un macho de su especie, indicó la página Upsocl.
Actualmente vive en la reserva Ol Pejeta Conservation Centre en Kenia, lugar donde es custodiado por guardias armados día y noche.
Sudán es un rinoceronte viejo de 43 años, está ciego de un ojo y ya no se encuentra en edad reproductiva y en sus cuatro décadas ha sido padre 3 veces con una hembra llamada Nasima.
Desde que Nasima falleció, Sudán se ha negado a estar con otras hembras.
El mamífero ha vivido tanto gracias a que ha pasado la mayor parte de su vida en cautiverio, bajo los cuidados humanos que lo mantienen lejos de los cazadores.
Su cuidador, Zacharia Mutai cuenta que “es el rinoceronte más asombroso y también es muy buen amigo”.
Este rinoceronte es la única esperanza para su especie, por lo que científicos están planeando incursionar en la fecundación in vitro para lograr una nueva generación de estos bellos animales.
Sudán vive con dos hembras en la reserva, por lo que se han tomado nuestras de su esperma para intentar salvar al rinoceronte blanco de la extinción total.
Lamentablemente, se ha tratado de utilizar la misma técnicas en animales del mismo tamaño y los resultados no han sido favorables. Pero deben lograrlo con éxito antes de que la última hembra deje de existir.
El profesor que lidera este proyecto, Thomas Hildebrandt, dijo: ¿Cómo salvas a una especie que ya está declarada como extinta? Esa es la razón por la que la ciencia tiene que avanzar(…) Los humanos causamos esto y creo que nosotros tenemos la responsabilidad de repararlo“.
Una pena lo que los humanos podemos provocar en los animales, es nuestro deber tomar conciencia y no permitir que más de ellos desaparezcan por nuestra culpa.