En noviembre de 2016 Taylor Swift demandó al DJ y locutor de radio David Muller por acoso sexual. Lo hizo porque, según explicó entonces la cantante, Mueller le tocó el trasero sin su consentimiento durante un encuentro en 2013 en Colorado. "Me agarró el trasero y me quedé en shock. Parada. Apenas fui capaz de decir 'gracias por venir', que es lo que le digo a todo el mundo".
Así las cosas, el próximo mes de agosto, un jurado popular escuchará las versiones de ambos en un juicio que se prolongará durante nueve días desde el día 7 de ese mes en Colorado (Estados Unidos), tal y como publica este miércoles The Hollywood Reporter, que cita la sentencia del juez de la Corte del Distrito William Martínez.
"Después de revisar el material, la Corte determina que la disputa central continúa". A su juicio, "algunos testimonios de testigos corroboran la versión de Swift mientras que Mueller aporta otras pruebas en las que muestra incoherencias en la historia. No corresponde a la Corte resolver esta disputa".
El cruce de acusaciones entre la intérprete y el locutor de radio se remonta a ese primer encuentro en 2013 y se ha alargado los últimos años. Fue en 2016 cuando ella interpuso una demanda contra él: "Extendió la mano debajo de mi falda y me agarró el glúteo derecho cuando estaba posando para una foto. Parecía que era intencionadamente y que estaba esperando el momento idóneo para hacerlo", destaca 20minutos.
El DJ, sorprendido por las declaraciones, contraatacó con otra demanda en la que alegaba haber sido despedido de su trabajo después de las acusaciones de la joven. De acuerdo con su versión, la intérprete de Shake It Off comunicó a sus superiores el comportamiento inadecuado del empleado. Y la réplica de Swift llegó en forma de otra demanda.
Ella sostiene que "lo hizo a propósito". "Nunca he estado tan segura de algo en mi vida" y, según el portal TMZ, que ha tenido acceso a una imagen que ella no quería que viera la luz, podría dar la razón a la cantante.
