A pesar de la energía y el buen rollo que desprendía Mel B en sus actuaciones, la cantante ha pasado un auténtico calvario durante la última década.
Según informa LaVanguardia, la intérprete había aparecido con algunos moratones en público, algo que ella atribuía a accidentes o golpes sin importancia. Sin embargo, la realidad de esas heridas es mucho más dura y ahora ha confesado que eran provocados por su marido, quien según su versión la maltrató durante diez años.
Según informa la revista TMZ, entre esos maltratos y vejaciones que se alargaron en el tiempo, estaba la obligación de mantener tríos sexuales con su niñera y su marido, el productor de cine Stephen Belafonte. Lorraine Gilles, la niñera de sus hijos y que incluso llegó a abortar tras quedar embarazada de Belafonte.
Las informaciones de que ambos mantenían un romance no gustaron a Gilles que respondió con una demanda por difamación asegurando que con quien mantenía un romance era con la propia Mel B, y no con su marido. La chica reconoce que mantenían una relación como trío, pero que era habitual que la cantante y ella, cuando tenía apenas 18 años, mantuviesen relaciones varias veces a la semana sin que el marido de la artista estuviera presente.
Según el portal antes citado, Mel B ha reconocido que Setephen, Lorraine y ella hicieron tríos muchas veces durante siete años, pero asegura que el acuerdo se rompió cuando su marido y la niñera empezaron a mantener relaciones juntos sin su conocimiento ni consentimiento. También ha asegurado que Belafonte la convenció pare realizar tríos con muchas otras mujeres durante este tiempo.
Tras diez años de matrimonio con Stephen Belafonte, Mel B solicitó el pasado mes de marzo el divorcio después de conocerse que llevaba diez años conviviendo con episodios de violencia doméstica. La cantante ha pedido ahora una orden de alejamiento ya que teme por su integridad física.
Ambos tienen una hija en común de cinco años, Madison, que todavía dificulta más la situación. Según relata la revista Lecturas esta semana, Mel B explica en el documento presentado ante el juez todo lo que ha padecido: palizas, intentos de estrangulamiento, insultos racistas o vejaciones públicas.