Anne Hathaway, de 34 años, siempre ha presumido de ser una actriz poco dada a exhibir su intimidad. Sin embargo, su orgullo de madre le ha llevado a romper la promesa que se hizo ella misma de salvaguardar la imagen de su hijo Jonathan, que el pasado 24 de marzo cumplió un año de edad.
Según LaVanguardia.com, Hathaway colgó la instantánea de su primogénito hace tres semanas en Instagram, pero asegura que poco después de hacerlo se dio cuenta de que se había equivocado.
La actriz ha realizado estas declaraciones durante una entrevista en Jezebel, donde ha explicado que decidió subir una foto en la que sólo se ve la parte de atrás de la cabeza del niño. No obstante, también reconoce que “casi nada más hacerlo, habría deseado no haberlo hecho”. “Creo que a veces tienes que cometer errores para poder ver las cosas con claridad”, ha añadido.
En la imagen se ve al pequeño, de espaldas, mirando un ordenador donde aparece su madre dando un discurso en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre igualdad de género. Como no se le ve la cara al menor, sería imposible reconocerlo. Y este es quizás el motivo por el que Hathaway, aún habiéndose arrepentido de colgar la instantánea, ha decidido no retirarla de su perfil de Instagram, donde Jonathan ha recibido decenas de comentarios cariñosos de los seguidores de la oscarizada.
Compartir o no imágenes de los hijos en las redes sociales es un dilema común en miles de personas de todo el mundo, que a menudo, como le ha ocurrido a la actriz estadounidense, se sienten tentados a presumir de niños en lugares como Facebook o Instagram. Es indiscutible que redes sociales como éstas se convierten en un escaparate de la vida privada de mucha gente.
Bien lo sabe Hathaway, que hace algo más de un año también decidió hacer público en Instagram un pequeño momento de su vida íntima: una foto suya en bikini y embarazada. El motivo, según ella, es que un paparazzi estaba tomando imágenes suyas sin su consentimiento y decidió vengarse de él reventándole la exclusiva.