“Sé que esto es televisión en vivo… perdón por decir vulgaridades y perdón por empezar de nuevo", dijo. Adele no iba a dejar que volviera a ocurrir. Después de su muy criticada actuación en los Grammy 2016 por cantar desafinado, esta vez la artista británica, tras lo que pareció otro paso en falso, interrumpió su presentación y volvió a empezar.
Pero no era cualquier presentación: era un homenaje a nada más y nada menos que George Michael, uno de los grandes artistas que murió en 2016. Se trataba de una versión muy lenta de "Fastlove".
Tras un inicio extraño, Adele detuvo a los músicos —toda una sinfónica detrás suyo—, pidió perdón y solicitó volver a empezar la canción.
“Sé que esto es televisión en vivo… perdón por decir vulgaridades y perdón por empezar de nuevo", dijo, mientras se recomponía. La gente en el Staples Center la apoyó.
Adele fue la encargada de interpretar "Fast love", una de las canciones del álbum "Older" (1996) del artista, y tras un inicio algo desafinado, Adele paró su presentación y pidió disculpas por el hecho.
La orquesta de cuerdas que la acompañaba también debió detenerse y bajaron los primeros aplausos de apoyo para la cantante, que luego reinterpretó el single en completa normalidad.
Al acabar la canción, el público la ovacionó de pie mientras la artista británica agradecía, con expresión de vergüenza.
"El micrófono del piano se cayó a las cuerdas, ese era el sonido que sonaba como una guitarra. Es por lo que sonó fuera de tono", aclaró en su cuenta de Twitter después de la gala.
Fuente: CNN