La comunidad de Pell City, Alabama, se reunió el pasado partes para presenciar la demolición de la gigantesca chimenea de Avondale Mills, de 48 metros. Sin embargo, tras dos intentos fallidos de hacerla estallar con explosivos, la estructura seguía en pie.
Leer también: Niño de dos años sorprende con sus acrobacias las redes sociales
Por eso, Tim Phifer se arriesgó a tratar de derribarla con una excavadora, sin saber que eso casi lo mata.
El hombre se salvó milagrosamente de que la gran chimenea lo aplastara cuando se derrumbó. Phifer quedó enterrado bajo ladrillos, pero poco después salió caminando sano y salvo de entremedio de los escombros.
Phifer dijo que cuando la todo se fue a negro, bajo los restos de la chimenea, pensó: «Tengo que quedarme en la excavadora, estoy más seguro que si salgo».
«Dios me bendice», agregó el hombre, que pese al peligro que vivió confesó que lo volvería a hacer.