Después de haber sido testigo de los actos más crueles de la humanidad en 6 misiones de guerra en Irak y Afganistán, un soldado estadounidense con gran experiencia en conflictos bélicos, decidió cambiar su vida para lograr su sueño de convertirse en mujer.
Su vida como integrante de los Marines del Ejército de Estados Unidos era perfecta, pues tenía un buen empleo, una gran esposa y una preciosa hija, pero su felicidad no dependía de eso, sino de su necesidad de cambiar de género.
Para quien ahora es Sona Avedian, de 33 años, esta transformación que le llevó 3 años no fue fácil ya que luego de haber sido un musculoso y barbudo hombre, tuvo que bajar 45 kilos; además se sometió a dolorosas sesiones de depilación láser, tratamientos hormonales y se puso implantes de senos para adquirir las curvas que siempre quiso tener.
Su liberación le costó perder a muchos amigos y enfrentar prejuicios por parte de su entorno familiar y social, sin embargo, hoy Sona disfruta de ser una despampanante rubia que no muestra rastros de que algún día fue un rudo hombre.