Dos mujeres decidieron arreglar sus problemas a los golpes. Todo inició con una fuerte discusión y los reclamos de porqué andaban compartiendo el mismo hombre.
El pleito duro más de media hora, y nadie se dignó a separarlas. La mamá de una de la mujeres le gritaba que si se dejaba golpear ella también lo haría.
Hacemos el llamado a resolver los problemas por la vía del diálogo y el consenso para evitar actos de violencia que lo único que hacen es dañar la integridad física de las féminas.
Estos actos perjudican los sentimientos y la dignidad de las mujeres, quienes merecen respeto y deben ser tratadas como damas.