Un lugar muy conocido por ser el santuario de muchas de ballenas grises que pasan allí el invierno para dar a luz a sus crías en aguas más cálidas.
Y aunque las reglas en la zona son muy estrictas para quienes quieren navegar y se busca a toda costa proteger a esta especie, hay afortunados que logran vivir el lindo espectáculo de verlas muy de cerca.