Este chavalo no encontró mejor lugar para tirarse una buena descargada que el supermercado. Al comienzo se ve bastante afligido, luego no soportó más y zaz! Ahí mismo dejó su regalo.
Obviamente, como todo ataque terrorista, la cosa no iba a quedar así. La cereza del postre llegó cuando un cliente pisó la tremenda rebanada de caca que dejó el muchacho.
https://www.youtube.com/watch?v=sa7rKCw6tV0