En una visita al Acuario Mystic en Conneticut, dos niños se divirtieron como nunca mientras jugaban con una beluga o mejor conocida como ballena blanca al otro lado del cristal.
El animal, llamado Juno, se veía muy amistoso y parecía entender que cada vez que miraba a los niños y abría su boca sorpresivamente, ellos lo disfrutaban así que continuaba haciéndolo una y otra vez mientras las carcajadas de los niños se escuchaban en el salón.
Eso fue al menos lo que quienes estaban presentes creyeron.