La noche del martes al miércoles llega a su máximo esplendor un fenómeno que emociona a los entusiastas de la astronomía: el momento en que los dos planetas más brillantes, Júpiter y Venus, se fusionan visualmente casi por completo, formando una estrella gigante y luminosa.
La noche del 30 de junio al 1 de julio, el cielo nos regala un espectáculo insólito, cuando los dos planetas más brillantes, Júpiter y Venus, se acercarán hasta parecer una sola estrella tan luminosa que algunos aficionados a la astronomía la comparan ya con la bíblica estrella del Belén.
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