La fiscalía portuguesa investiga la conducta de un policía que golpeó a un hombre delante de su hijo pequeño y dio un puñetazo al abuelo de la familia en el exterior de un estadio de fútbol, provocando un escándalo nacional.
El fiscal del distrito dijo en un comunicado a última hora del lunes que había abierto una investigación por supuesto abuso de poder. El departamento del gobierno encargado de supervisar a la policía anunció también una pesquisa sobre las acciones policiales en el estadio.
El incidente provocó una ola de indignación y críticas hacia la policía en medios sociales lusos.
La policía se acercó a Jose Magalhaes, sus dos hijos y su padre en el exterior del estadio del Guimaraes en el norte del país el domingo, donde el Benfica acababa de ganar el título de liga, según filmaciones de video y declaraciones de testigos.
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La víctima dijo que los agentes le habían dejado salir antes que el resto de la afición con sus dos hijos, que vestían camisetas del Benfica, porque los niños estaban siendo aplastados. Las imágenes muestran a la familia junto a una pared baja, donde uno de los niños está sentado bebiendo de una botella de agua, y a unas pocas personas cerca mientras la policía retenía a las aficiones rivales dentro de la cancha para evitar enfrentamientos en calles cercanas.
Entonces, un agente hace preguntas a Magalhaes y da un puñetazo a su padre entrado en años antes de emplear un bastón para golpear a Magalhaes, que estaba en el suelo, mientras su hijo de 9 años grita «¡Papá! ¡Papá!».
Magalhaes fue golpeado repetidamente antes de ser esposado. Otro policía vestido con un equipo antimotines y con un escudo mantiene al niño alejado antes de intentar tomarlo en brazos mientras llora.
El Benfica dijo que invitará a Magalhaes y a sus hijos a ver el último partido de la temporada en su estadio en Lisboa el próximo fin de semana, y que los pequeños saltarán al campo para la presentación del trofeo ante la afición.
Por otra parte, el club criticó a algunos de sus seguidores por agredir a la policía con botellas y piedras durante las celebraciones del domingo por la noche en Lisboa. Se movilizó a agentes antimotines para despejar las calles tras el inicio de los incidentes violentos.
LISBOA, Portugal (AP)