El café y la buena música se complementan en un ambiente acogedor y sofisticado, donde todo el que llega puede sentirse verdaderamente a gusto en una idea de negocio diferente en café bistró La Vitrola.
La esquina aún conserva la atmósfera romántica de la noche anterior; una vieja máquina de coser junto a unas perchas de maderas colgadas en la pared guardan los más íntimos secretos de amor, mientras su vecina de al lado una vieja bicicleta que sostiene la puerta antigua que aún conserva la pesada aldaba, apenas sirve de preámbulo para el paso futurista que está de frente, toda una familia apostada sobre las veteranas ventanas que los ojos de la juventud solo aprecian en fotos. El pasado, presente y futuro de los años 20-30 emanan la viveza del sonido del viejo reproductor de sonido conocido popularmente en Cuba como vitrola, palabra que inspira el nombre de La Vitrola, el café bistró, donde el tiempo no pasa.
De la mano de dos cubanas graduadas de la Escuela Nacional de Arte en actuación y música, café bistró, La Vitrola, abre sus puertas un 14 de junio de 2019, ubicada del Hotel Seminole una Cuadra al Sur. La hermana mayor de Heidy Hernández es quien concibe y concretiza la idea, guiada por los gustos del nicaragüense por el café, que complementa con la búsqueda de platillos que permita la fusión de la gastronomía y el arte entre los países.
La Vitrola se divide en dos plantas, en la parte externa cuenta con un bar y a lo interno se encuentra el café bistró, ofreciendo la bebida social por excelencia con el café Lomas Altas, oriundo de la ciudad de las brumas Jinotega. Así lo complementan a su decoración vintage y lo preparan según el gusto del cliente, caliente o frío, encontrando en este último la representación de la esencia del alma del bistró como lo es “Café Vitrola”, un sabor indescriptible donde se descubre el enigma de una copa de vino en un sorbo de café.
Para acompañar el café sus asistentes pueden elegir entre las tres variedades de sándwich: vegetariano, de pollo y cubano, o bien complementarlo después del almuerzo que día a día se adapta a los gustos de los comensales de La Vitrola, quienes van determinando el plato que permanecerá en el menú, siendo el caso de los garbanzos fritos y las suculentas costillas de cerdo ahumadas, acompañadas de frijoles dormidos y totopos.
La magia despierta
Café bistró La Vitrola abre espacio a la convergencia de las diferentes expresiones culturales como: monólogos, música en vivo, poesía actuada y un espectáculo de clown. Su visión a futuro es tener varias sedes, siempre con el concepto vintage, fusionando el arte con la gastronomía y la música de la vitrola, pero antes las jóvenes se han propuesto que este año la sede tome fuerza en la capital.
Las hermanas saben que una buena idea tiene que ir de la mano con “la confianza en uno mismo, en las personas que nos rodean y que confían en nuestros planes”, pero sobre todo la mayor virtud que desarrollan en La Vitrola es la actitud de servicio hacia quienes llegan al lugar a disfrutar.
