Desde niños hasta parejas de novios saborean la variedad de postres en Helados Emanuel, una iniciativa familiar que surgió hace tres años y que destacan por usar materia prima de calidad, sin agregados químicos.
La explosión de los sabores como la sandía, melón, piña y papaya están concentrados en los trozos de las frutas que procuraron tomar una forma cuadrada cuando el cuchillo se deslizó sobre ellos con la ligera presión ejercida por el tico de ojos verdes, quien deja reposar la ensalada que posterior pasará a fusionarse con el cremoso yogurt, mientras su esposa coloca los vasos en fila sobre una plataforma amplia, el hombre de 60 años prepara su base especial que no revela a nadie y diestro en la medida inicia la distribución en los más de 20 vasos plásticos en que refrigerará la mezcla por un par de horas antes de su degustación final en Helados Emanuel.
Para el propietario de Helados Emanuel, Rodrigo Rodríguez Álvarez, todo inició a sus 10 años de edad en su natal Costa Rica, donde su papá se dedicaba a la distribución de leche, mientras él enfocaba su tiempo libre elaborando deliciosos postres para su mamá, a quien una vez le preparó una cantidad excesiva de ensalada de frutas que convirtieron en helados de yogurt de frutas para vender a cinco colones, en aquel entonces, siendo el éxito que repitió por un buen tiempo a solicitud de la demanda.
Te interesa: Kactu´s Guardabarranco: Cultive sus propios cactus desde semilla
Tras 22 años de trabajar como Técnico en Refrigeración para una empresa costarricense, llega a Nicaragua en el 2011, incursionando al mercado laboral en donde conoce a su actual esposa e Ingeniera Industrial, Ludys Pérez, con quien conforma una familia y acopla los conocimientos para constituir su propio negocio bajo el nombre de su hijo, Emanuel, que significa “Dios con nosotros”, estableciéndose como Helados Emanuel.
En el 2017, inician desde su casa de habitación al norte de la capital, pero la clientela no es la esperada, de manera que trasladan el negocio a una cuadra más concurrida, lo que permite a Helados Emanuel darse a conocer entre los vecinos de la comunidad y otras personas. Así pasan del yogurt de frutas, que inicialmente elaboraba, a crear nuevos sabores como el coco, chocolate, galleta oreo con naranja holandesa, chicle, queque, leche condensada, capuchino, menta, maní, fresa, ron con pasas y frutas de temporada, siempre caracterizados por elaborarse con pura leche.
Innovación para crecer
Con el incremento de clientes y peticiones, Helados Emanuel introduce una nueva línea para las personas que son intolerantes a la lactosa, a la vez incursionan en otros postres como el típico Churchill costarricense, granizados, chocobananos con topping y muchos más.
Aunque parece que las cosas marchan sobre rieles, la familia Rodríguez Pérez comienza a evaluar sus finanzas, dándose cuenta que las ganancias están siendo usadas para el pago del alquiler, luz y agua, con el fin de solucionar el problema Helados Emanuel regresa a ubicarse en Residencial Casa Real-Calle 3. Casa G19, abriendo sus cuentas en redes sociales para impulsar y promocionar la ubicación de su local.
Una vez posicionados, Ludys Pérez en conjunto con su esposo ejecuta las siguientes metas: adquiere y diseña un camioncito para ofertar su producto en ferias o eventos, estrecha lazos de amistad con otros negocios para distribuir al por mayor y trabaja en la conformación de un servicio Delivery. Además, proyectan convertirse en un emprendimiento amigable con el medio ambiente, iniciando acciones como la introducción de recipientes biodegradables.
Rodrigo Rodríguez, quien es llamado por los nicaragüenses como Emanuel, comparte que su única clave es la heredada por su padre “el día que pierda de vista la meta, ya somos derrotados, entonces es importante no decaer porque se vinieron algunas circunstancias en la vida”. En base a ella, continúa en el desarrollo de nuevos sabores, manteniendo la calidad de sus productos como prioridad, confía que Helados Emanuel seguirá creciendo con el apoyo de Dios y su esposa, porque ve en Nicaragua un país de oportunidades, donde se puede emprender con gran facilidad.