Con una cámara y un banquito, su mamá elaboraba carnés en sus tiempos libres, mientras él se encargaba de los diseños. El deseo futurista de su madre era sembrar los cimentos de su herencia y el destino de José Alberto Castillo Jarquín, su hijo, fue tomar su visión para proyectar Publicidad Jarquín, hoy conocida como Serigrafía & Confección Jarquín.
En aquel entonces la serigrafía, que no es otra cosa que una técnica de impresión que consiste en grabar imágenes por medio de una pantalla de seda o tela metálica muy fina, era el boom para invertir.
“La idea nace hace unos 7 años como Publicidad Jarquín en sí. Doña Maritza Jarquín, la propietaria, trabajaba como asesora de ventas en materiales publicitarios y un día tuvo la idea, como todo buen nicaragüense de emprender su negocio, decidió comenzar con serigrafía. Al principio subcontrataba y entregaba los productos y ya luego se dio la oportunidad de invertir en un pulpo de serigrafía y así ya nació en sí Publicidad Jarquín”, nos comenta el hijo orgulloso.
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Serigrafía & Confección Jarquín ofrece el servicio de confección de delantales, camisetas, uniformes, serigrafía industrial y materiales personalizados como tazas y camisetas.
Una aventura más…
El hijo admira mucho el trabajo de su madre durante toda su vida y la considera un modelo a seguir, pero tiene claro que debe adaptarse rápidamente a las exigencias del mercado y los obstáculos.
“Hemos comenzado con uno y ahora hemos crecido a cinco miembros. Hubo un momento durante los retos que vivimos el año pasado que albergamos la idea de desistir, las ventas habían bajado, el comercio se había mermado y entonces estábamos en ese punto donde no recibíamos pedido, pero el Ministerio de la Economía Familiar fue nuestra piedra angular, fue esa base que tuvimos, que nos apoyó, creó los espacios para que los emprendedores creáramos alianzas entre nosotros y que conectáramos de nuevo con el público, ya no solo de la forma que lo hacíamos antes, sino a gran escala”, relata José Alberto.
Sin lugar a dudas la época fue difícil, confiesa que llegaron a adquirir pedidos solamente por mantener las buenas relaciones entre el cliente, pero que en realidad no generaban ganancias porque era solamente para pagar al personal y los servicios básicos.
Ahora recoge los frutos de los sacrificios, porque las plataformas en las que participaron les permitieron determinar que el mercado que contemplaron abandonar estaba más pujante que nunca y desplegaron los recursos requeridos para su explotación.
“Entonces, decidimos evolucionar de Publicidad Jarquín, que son muchos materiales publicitarios a Serigrafía y Confección que es nuestra fortaleza, nosotros mismos confeccionamos las camisetas, nosotros mismos las serigrafiamos, lo que garantiza un excelente precio, desde comprar el rollo hasta entregarlo al cliente, nosotros tenemos el control sobre la calidad y sobre el precio, igual con la serigrafía, igual con la personalización”, expresa el Gerente de Serigrafía & Confección Jarquín.
La personalización, su fuerte
Hoy la empresa apunta a diversificar los servicios, ya cuenta con dos máquinas para la sublimación textil, que es una técnica relativamente reciente de personalizar, también planea expandirse al área del bordado, garantizando la mejor calidad al cliente, el mejor precio y sobre todo la mejor atención.
Asimismo, ha optado por capacitarse día a día a través de los diferentes cursos que ofrece el Ministerio de la Economía Familiar y junto a su hermano de 11 años, quien se encarga de alimentar las redes sociales de la empresa y del apoyo logístico, está determinado a hacer realidad la visión de su madre.
“Si sos emprendedor, si sos nicaragüense, tenés esa oportunidad de crecer día con día, manteniendo el trabajo, manteniendo la paz”, finaliza Jarquín.