Alfaye, la estabilidad y la paz son importantes para emprender

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A Elizabeth Pérez desde joven le apasiona desarrollar mascarillas y cremas para la piel, por eso decidió fundar Alfaye. Ella lleva casi dos décadas dedicada a realizar pruebas de productos y de cada error aprende, de cada acierto nace algo nuevo que ofertar al público. Pero no se trata de vender por vender, se trata de vender lo que la clientela necesite.

Somos una empresa familiar, tenemos 17 años de estar en el mercado de la cosmética natural. Hasta el momento hemos tenido éxito en nuestro emprendimiento, pero todo se logra con la determinación de cada persona. Uno logra lo que quiere”, cuenta Doña Elizabeth en nuestra visita a su pequeña fábrica ubicada en El Dorado, en Managua.

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Las limitantes económicas nunca han sido una excusa que haya usado Pérez para quejarse por la situación que le tocara vivir. De sus pocos ahorros y la liquidación del trabajo que una vez tuvo, consiguió para iniciar esta próspera empresa.

Identificar materias primas alcanzables

Afaye aprovecha las materias primas que Nicaragua produce y que muchas veces subestimamos. “Este país es rico en plantas, hierbas y semillas, es por eso permite crear productos de origen natural”, enfatiza Doña Elizabeth.

Junto con el aprovechamiento de los recursos existentes, la innovación es muy importante en esta pequeña empresa familiar. Los productos que aquí se desarrollan han brindado soluciones a otros comercios que antes debían importar. “Se me vino la idea de hacer un shampoo para pies, ya que en Nicaragua no se usaba shampoo para pies, era muy rara la sala de belleza que lo usara. Entonces hice el shampoo de pie y fue un éxito. Hasta la fecha es uno de los productos más vendidos por Alfaye", asegura.

“Lo que nos ha funcionado es hacer productos que nadie hace, ser pioneros, hacer productos para otras empresas. Trabajamos para otras empresas con Guacalito, Pelican Eyes, Nekupe, diferentes spas y todas las salas de bellezas a nivel nacional se las abastecemos de la línea de manos y pies", agrega.

La paz es bien importante

Sus hijos trabajan al lado de su madre, cada uno tiene funciones específicas que garantizan el buen funcionamiento y aseguran la calidad del producto. Un engranaje que durante años ha sido el corazón de esta familia, pues aquí se mezcla el cariño con las responsabilidades y todos deben cumplir por igual.

Para que el trabajo fluya, el clima del país debe garantizarle a los emprendedores como Doña Elizabeth ciertas condiciones para crecer, para generar empleos y mantenerse en el mercado. Es por eso que no duda en afirmar que “La paz es bien importante”.

Entre lo que se requiere para continuar trabajando afirma enfáticamente: “Las facilidades de préstamos para que nosotros podamos trabajar y la estabilidad del país porque sin estabilidad las empresas quiebran”, señaló a Tn8.tv.

Entre sus planes a mediano plazo está construir su propia fábrica y laboratorios. Y generar más empleos para terceros. “Hay que adaptarse, tenemos que adaptarnos y ser persistentes, los negocios no dan de la noche a la mañana. Es un trabajo de muchos años”, finalizó.