Indira Ortéz es una joven esteliana que ha crecido entre el trabajo y el amor por lo artesanal. Su familia desde muchos años fundó una fábrica de puros en donde empezó a apreciar el valor del trabajo hecho con las manos.
El emprendimiento de Indira inicia cuando era estudiante universitaria. Llevaba de Masaya a Estelí sandalias artesanales que luego revendía a obreras del tabaco de la fábrica familiar. “Uniforme a las trabajadoras, todas andaban las mismas sandalias y allí me dí cuenta que debía diseñar mis propios estilos”, comenta risueña esta decidida joven.
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Buscando quien le diera vida a sus ideas llegó hasta el popular barrio de Monimbó en la Ciudad de las Flores, Masaya. “Doy con unos artesanos y ellos comienzan a elaborar las sandalias ya con mi gusto, después de eso hago una pausa porque te encontrás con pruebas y caes en un fracaso… te lleva a desistir de eso”, revela a tn8.tv.
Pero pese a su primer intento fallido no se dejó vencer. Había invertido su propio dinero y hasta se privó de comodidades para empezar su negocio. “Es súper chistoso porque yo comencé con mi semana, o sea mi papá me daba dinero para la semana y lo que hice fue comprar dos pares de sandalias”, recuerda Ortéz.
Hoy ya son siete personas las que trabajan directamente en la fabricación de piezas exclusivas que se realizan en el taller que ella misma montó y administra en Monimbó.
Indira además busca hoy en día abarcar un segmento más amplio con otra línea de calzado y una plataforma web llamada Ortéz Store. “Hasta el año pasado fue una marca exclusiva, lo sigue siendo, pero vimos la necesidad porque la gente nos lo pedía de sacar una colección más accesible. Entonces sacamos otra línea que es Limonada”, expresa.
Una de las metas a largo plazo es poder tener su propia fábrica de cueros (tenería) para poder procesar la materia prima garantizando la calidad y así poder brindar a sus clientes la experiencia de que conozcan más del producto.
Esta joven no duda en aconsejar a los demás en base a su propia experiencia. “Que traten de ser ordenados con eso que nos enseñaron, las matemáticas sí son súper importantes si querés emprender, la contabilidad es primordial”, enfatizó.
El principal reto para esta joven farmacéutica ha sido la administración del taller para cumplir las expectativas de los clientes nacionales e internacionales de esta empresa que hoy distribuye en Costa Rica y Estados Unidos, sin dejar de lado el mercado nacional, motivos por los que se une a nuestras Voces de Éxito.