El dulce sabor de la independencia, llegó tempranamente para Eduardo Báez, un joven de 24 años que tiene bajo su responsabilidad la empresa conocida como Elotes Locos, la cual ya cuenta con casi 60 colaboradores y siete sucursales en diferentes departamentos de Nicaragua.
El sueño empezó con 3 mil dólares de inversión con los que logró vender 500 elotes en su primera semana.
Báez cuenta que debido a la gran demanda han llegado a vender hasta 20 mil mazorcas de maíz dulce con mayonesa, queso y chile
La meta de este año es salir de las fronteras de Nicaragua y establecer la primera franquicia de maíz dulce, para lo cual el primer paso fue patentar el nombre de la empresa, buscar el registro sanitario e invertir en equipos como un cuarto frío que recientemente inauguró en Estelí.
El principal factor de su creciente éxito consiste en satisfacer un vacío que existía en el mercado nacional, pues antes nadie comercializaba este maíz. Además destaca la importancia de la familia; ya que es allí donde se debe empezar a fomentar el potencial y el talento de la niñez y la juventud.
Según él; para tener un negocio fructífero es importante saber seleccionar el personal que colaborará en la empresa, mantener una comunicación clara entre el equipo y reinvertir las ganancias en imagen, logotipo y marketing, eso puede ayudar a posicionar una marca sobre otras, pero sobre todas las cosas lo más importante es: ‘’creértelas, si crees en vos mismo, los demás también lo harán’’, afirma.
Hoy Nicaragua presta las condiciones para la innovación y tecnificación de las medianas y pequeñas empresas, factores que Elotes Locos ha aprovechado para seguir expandiéndose y ser parte de nuestras Voces de éxito.