Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han publicado un informe que desvela el misterio de una mujer hospitalizada en 2019 en el estado de Maryland (EE.UU.) con melioidosis, una rara enfermedad causada por la bacteria ‘burkholderia pseudomallei’, endémica de ciertas áreas tropicales.
Según el estudio, la paciente, que nunca había salido fuera del país, se contagió mediante el agua de su acuario contaminado con dicha bacteria.
¿Qué es la melioidosis?
La melioidosis puede ser letal, incluso después de la aplicación oportuna de tratamientos antibióticos. Se cobra la vida de unas 89.000 personas anualmente y su tasa de letalidad está entre el 10 % y más del 40 %.
La enfermedad no se transmite de una persona a otra, sin embargo, aerosoles con esta bacteria se podrían llegar a ser una amenaza bioterrorista, al igual que el virus del Ébola.
La mujer de Maryland había acudido al médico tras presentar síntomas aparentemente gripales como fiebre, tos y dolor en el pecho. Una vez hospitalizada, le pusieron un tratamiento antibiótico y al cabo de unos días le diagnosticaron melioidosis. Luego de que su estado mejorara y fuera dada de alta, tuvo que volver a ser internada. Los médicos lograron erradicar la infección solo después de otras doce semanas de antibióticos.
Investigación
Los investigadores verificaron que la paciente no había viajado al extranjero, por lo que se descartó la posibilidad de contagio en algún país tropical.
Después de examinar su hogar y no encontrar nada relevante en el aire ni en las superficies, los expertos hicieron pruebas en las dos peceras que tenía la mujer y una de ellas contenía a la bacteria.
«Este caso nos abrió los ojos sobre la manera en la que las bacterias pueden filtrarse a nuestro país a través de los productos importados. Y ahora que conocemos esta vía de propagación, debemos ser más conscientes del posible riesgo»; dijo Dawson.
A principios de este año, se reportaron otros cuatro casos de pacientes enfermos de melioidosis, entre ellos dos casos mortales. Las nuevas muestras se parecen entre sí, aunque no son idénticas a la cepa de 2019.
Por ahora, los especialistas no saben si la bacteria está propagándose más rápido actualmente o simplemente se han mejorado las herramientas para detectarla.