Una niña de siete años falleció el martes luego de que la arena de un agujero profundo que ella y su hermano estaban cavando en la playa de Lauderdale-by-the-Sea se derrumbara, haciendo que ambos cayeran al hoyo.
A pesar de los esfuerzos de los rescatistas por salvarla, la niña perdió la vida, mientras que su hermano logró ser rescatado y fue llevado al hospital.
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La trágica situación impactó a la familia, que estaba de visita en el sur de Florida desde Indiana; y captó la atención internacional debido a lo desconcertante del accidente.
Según los expertos en salvamento en la playa, este tipo de incidentes no son tan raros como se podría pensar. Hacer agujeros en la arena representa un peligro real y potencialmente mortal; como evidencia el accidente del martes.
«Esto ocurre una, dos, tres veces al año y se puede prevenir»; comentó Tom Gill; vicepresidente de la Asociación de Salvavidas de Estados Unidos; una organización sin fines de lucro que reúne a profesionales del salvamento.
Aunque el bañista promedio teme más ser atacado por un tiburón en el mar, lo cual es extremadamente raro según expertos marinos; cavar un hoyo en la arena conlleva un peligro estadísticamente igual; aunque más evitable según varias investigaciones.
«Gill mencionó que ‘es realmente algo que no se debe hacer’. Simplemente no se deberían cavar agujeros en la arena»; enfatizó. Mientras que en 2023 hubo 36 ataques de tiburones no provocados en Estados Unidos; de los cuales solo dos fueron fatales y los demás resultaron en mordeduras menores; las estadísticas sobre fatalidades relacionadas con agujeros en la playa son incompletas.
Sin embargo; investigaciones sugieren que el número de personas que mueren anualmente en el país por quedar atrapadas en agujeros en la arena es comparable al número de muertes por ataques de tiburones.
Por ejemplo; un estudio de la Escuela de Medicina de Harvard publicado en el New England Journal of Medicine en 2007 detalló 52 casos en un período de 10 años en los cuales personas quedaron enterradas tras colapsar un hoyo en la arena; resultando en 31 muertes.
Las edades de las víctimas oscilaron entre los tres y los 21 años; y los agujeros generalmente tenían una profundidad de entre dos y 12 pies; con diámetros de dos a 15 pies.