El gobernador del estado de Texas, Greg Abbott, declaró el lunes que su estado continuará trasladando migrantes irregulares a ciudades estadounidenses «santuario» como Chicago, Nueva York o San Francisco hasta que el Gobierno federal tome medidas ante el empeoramiento de la crisis fronteriza que atraviesa el país.
«Texas ha transportado a más de 102.000 migrantes a ciudades santuario. Las desbordadas ciudades fronterizas de Texas no deberían soportar el peso de las políticas de fronteras abiertas de Joe Biden. Nuestra misión de traslado continuará hasta que Biden asegure la frontera«, escribió Abbott en sus redes sociales.
Las discrepancias entre Washington y el Gobierno de Texas se agudizaron este mes de enero, cuando la Guardia Nacional tejana cercó un tramo de alrededor de 4 kilómetros que rodea al parque Shelby en la ciudad de Eagle Pass, en la frontera entre EE.UU. y México, lo que impidió que la Patrulla Fronteriza estadounidense accediera a la zona donde se encuentra una rampa para botes que utilizan sus agentes para navegar hacia el río Bravo (río Grande en EE.UU.).
Previamente, Abbott abogó en un comunicado por el derecho de su estado a defender sus fronteras de la «invasión» que supone la inmigración ilegal. La postura de las autoridades de Texas ha sido apoyada por los gobernadores de al menos 25 estados.
Aumenta la tensión en Texas
Estados Unidos registró el mes pasado un número récord de cruces ilegales. En particular, entre el 1 y el 31 de diciembre se documentó que más de 302.000 migrantes intentaron cruzar la frontera sur del país norteamericano.