El juez Brendan Sheehan no escatimó en sus palabras al condenar a Candelario, expresando que la madre debería pasar el resto de su vida en una celda sin libertad; similar al encierro al que sometió a su propia hija hasta su trágico final.
La decisión del tribunal fue el resultado de una investigación que determinó que la pequeña murió de inanición y deshidratación severa debido a la negligencia de su madre.
La audiencia estuvo marcada por la presencia de los abuelos de la víctima, quienes solicitaron no demonizar a Candelario; argumentando que todos son pecadores ante los ojos de Dios.
Cadena perpetua por dejar a su hija sola para irse de viaje
Sin embargo, la justicia prevaleció y la madre fue condenada por homicidio imprudencial; recibiendo también una pena de ocho años de prisión por poner en peligro a una menor de edad.
El fiscal del condado de Cuyahoga, Michael C. O Malley, calificó el caso como desgarrador y afirmó que permanecerá con él por muchos años venideros.
En su declaración ante la corte y los medios de comunicación, O Malley subrayó que la condena de Candelario es el primer paso hacia la justicia para la pequeña Jailyn.
El descubrimiento de la bebé en condiciones deplorables, en un pequeño corral sucio y con signos evidentes de desatención, ha conmocionado a la opinión pública.
La niña fue encontrada extremadamente deshidratada, lo que corroboró los hallazgos de la autopsia que revelaron las causas de su fallecimiento.
Este trágico suceso deja un doloroso recordatorio sobre la importancia de la responsabilidad parental y el cuidado de los más vulnerables en nuestra sociedad.