Este martes 15 de marzo 2022 se brindó un informe sobre prácticas mundiales en relación con la detención secreta en el contexto de la llamada lucha contra el terrorismo; encabezada desde 2001 por Estados Unidos. Presentó la relatora especial sobre la promoción y protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales en la lucha contra el terrorismo de la ONU, Fionnuala Ní Aoláin.
El texto ilustra lo que llama «el abyecto fracaso en la implementación de las recomendaciones de (un) Estudio (de 2010); con consecuencias trágicas y profundas para las personas que fueron sistemáticamente, torturadas, entregadas a través de las fronteras, detenidas arbitrariamente y privadas de sus derechos más importantes».
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Sobre la base y complementando el trabajo del Relator Especial sobre la Tortura y otros Tratos Crueles, Inhumanos y Degradantes. El Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias y el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias; donde este informe exige, de acuerdo a Ní Aoláin, la rendición de cuentas. La reparación y la transparencia sean implementadas por los Estados responsables de estas graves violaciones de derechos humanos.
📺 Going Live @ 10:00 Geneva 📺
Joining the UN Human Rights Council #HRC49 to present my most recent report – a Follow-up report on the Joint Study (2010) on Global Practices in Relation to Secret Detention in the Context of Countering Terrorism. pic.twitter.com/LTnVxIQElJ
— Fionnuala Ní Aoláin (@NiAolainF) March 15, 2022
La falta de implementación de las recomendaciones de 2010 del propio Consejo de DD.HH. ha permitido y facilitado las continuas violaciones de derechos humanos; en nombre de la lucha contra el terrorismo en todo el mundo, denunció la relatora especial.
Modalidades de transferencia
En este tiempo se han desarrollado nuevas modalidades de transferencia a través de las fronteras, eludiendo las protecciones legales requeridas, incluida la no devolución; la detención masiva sin proceso legal ha sido normalizada por ciertos Estados; y la excepcionalidad en los juicios por cargos de terrorismo sigue arraigada.
El informe critica, en particular a Estados Unidos, pues recuerda que «la práctica del waterboarding (ahogamiento simulado) estaba legalmente justificada; y se practicaba brutalmente en sitios negros controlados por Estados Unidos. Los que se detuvieron se colocaron en estructuras similares a ataúdes o cajas cerradas durante largos períodos».
Cárceles secretas en Estados Unidos
El Estudio documenta las acciones de numerosos países que colaboraron con el gobierno de los Estados Unidos para permitir la captura de personas (detención por representación), albergaron cárceles secretas (sitios negros), interrogaron a personas a pedido y, en ocasiones, con la supervisión de personal estadounidense, habilitaron traslados encubiertos de prisioneros (entregas) a través de sus aeropuertos y fronteras, facilitaron asistencia médica y operativa de otro tipo, y encubrieron las violaciones que habían tenido lugar en su territorio al negarse a compartir o divulgar información relacionada con la detención, desaparición y tortura. Los actores privados también fueron cómplices de la entrega y la tortura.
At a press briefing following her presentation to the Human Rights Council, the Special Rapporteur on Counter-Terrorism @NiAolainF said that mass detention centers where alleged torture has taken place are "dark stains on our consciences”#HRC49 REPORT ▶ https://t.co/J0vv7r5oUq pic.twitter.com/u66BrgBWAM
— UN Human Rights Council 📍 #HRC49 (@UN_HRC) March 15, 2022
La responsabilidad por la comisión de violaciones graves del derecho internacional sigue siendo responsabilidad de los Estados en cuyo territorio se cometieron las violaciones, recuerda el informe.