La huelga del sector del automóvil en Estados Unidos se amplía, tras la inclusión este martes de la planta de montaje de General Motors en Arlington Texas; la más importante y lucrativa de la compañía, luego de que el grupo reportara 3.305 millones de dólares de beneficios en el tercer trimestre del año.
«Otro trimestre récord, otro año récord. Como hemos dicho desde hace meses: los beneficios récord suponen convenios colectivos récord. Ahora les toca a los trabajadores de GM y a toda la clase trabajadora recibir lo que es justo«; declaró el Shawn Fain, presidente de United AutoWorkers (UAW), en un comunicado.
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Dicha planta de Arlington emplea a más de 5.000 personas y produce los todocaminos SUV más rentables de GM: los Chevrolet Tahoe y Suburban, los GMC Yukon y Yukon XL y los Cadillac Escalade y Escalade-V.
Los trabajadores del sindicato exigen a los «tres grandes» del sector en Estados Unidos, GM, Ford y Stellantis; mejoras salariales acordes a los resultados financieros de las firmas.
La víspera se sumaron a la suspensión de labores 6.800 trabajadores de planta de montaje en Míchigan, que produce camionetas RAM de Stellantis, los más rentables del fabricante.
El total de miembros de la UAW es de 146.000. De ese total de trabajadores sindicalizados; se mantienen en huelga más de 45.000. Estos trabajadores se enfrentan por primera a una huelga de forma simultánea.
