La histórica ola de calor que ha afectado al suroeste de Estados Unidos durante todo el mes de julio finalmente está comenzando a remitir con la llegada tardía de las lluvias monzónicas.
Esta ola de calor ha convertido a la región en un verdadero horno, con temperaturas extremadamente altas que han desafiado los registros históricos.
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Sin embargo, los meteorólogos esperan que, como muy tarde el lunes, la población de la zona metropolitana de Phoenix comience a ver cómo las temperaturas máximas se quedan por debajo de los 43,3 grados Celsius (110, Fahrenheit) por primera vez en un mes.
Durante 29 días consecutivos, la temperatura máxima en la ciudad desértica había igualado o superado esa marca asfixiante. Pero finalmente, esta semana se ha registrado un cambio.
La mínima nocturna en el Aeropuerto Internacional Sky Harbor de Phoenix bajó de los 32,2 grados Celsius (90 grados Fahrenheit) por primera vez en 16 días, lo que permitió a la gente descansar del sofocante calor que perduraba incluso después del atardecer.
Temperaturas altas en Estados Unidos
Además de Phoenix, se espera que las temperaturas desciendan también en Las Vegas, Albuquerque y el Valle de la Muerte, California. La tendencia a la baja comenzó el miércoles por la noche, cuando Phoenix experimentó su primera gran tormenta del monzón desde el inicio tradicional de la temporada el 15 de junio.
Aunque más de la mitad del área metropolitana de la ciudad no vio caer una sola gota, algunos suburbios del este fueron azotados por fuertes vientos, remolinos de polvo y aguaceros localizados que dejaron hasta 2,5 centímetros (1 pulgada) de lluvia.
Esta ola de calor ha sido parte de los fenómenos meteorológicos extremos registrados en Estados Unidos este mes. Además del calor abrasador en el suroeste, ha habido inundaciones repentinas en Pensilvania y en partes del noreste.
Los científicos calculan que julio será el mes más caluroso desde que se tienen registros y posiblemente el más cálido que haya experimentado la civilización humana. A medida que las temperaturas extremas se han desplazado desde la región del centro-norte hacia el Atlántico medio, se están batiendo récords en esa área también.
La llegada de las lluvias monzónicas
Aunque la llegada de las lluvias monzónicas está aliviando la situación, es importante tener en cuenta que el calor sigue siendo peligroso. Incluso el viernes pasado, los termómetros alcanzaron los 46,7 grados Celsius (116, grados Fahrenheit) en Phoenix, muy por encima de la temperatura media de 41,1 grados Celsius (106, grados Fahrenheit). Las autoridades locales han advertido a la población sobre los riesgos del calor extremo y han ofrecido consejos para mantenerse a salvo.
Para aquellos que son más vulnerables al calor, como los adultos mayores; las personas con problemas de salud o aquellos que no tienen acceso a aire acondicionado, estas altas temperaturas pueden ser peligrosas e incluso mortales.
El condado de Maricopa; el más poblado de Arizona y donde se encuentra Phoenix; ha reportado varias muertes relacionadas con el calor este año y está investigando aún más casos.
Aunque la disminución de las temperaturas es una noticia alentadora, es importante seguir tomando precauciones y mantenerse hidratado y protegido del calor mientras la región se recupera de esta histórica ola de calor.