Un niño de 4 años en Luisiana, sentado en la parte trasera de un automóvil con sus dos hermanitos, murió al balearse accidentalmente en la cabeza con una pistola que encontró; mientras su madre y otro adulto fumaban marihuana en el asiento delantero, dijeron las autoridades.
Una autopsia concluyó que la herida de bala de Jarion Walker fue autoinfligida, dijo Joseph Lopinto, jefe de policía del condado Jefferson, en una conferencia de prensa el lunes por la noche, reportó el diario The Times-Picayune/The New Orleans Advocate.
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“Fue una herida por contacto en la frente, encima de la ceja derecha”, dijo el forense Gerry Cvitanovich.
El incidente ocurrió aproximadamente a las 10:45 de la noche del sábado en la ciudad de Westwego, un suburbio de Nueva Orleans. Walker estaba sentado en el asiento trasero con sus hermanos pequeños de 22 meses y un 1 año, cuando encontró el arma, se la puso en la cabeza y disparó, según las autoridades.
Niño murió en hospital
Los adultos, que admitieron que estaban fumando marihuana, dijeron que escucharon el disparo, dijo Lopinto. El niño fue llevado al hospital, donde murió, indicó el oficial.
Nadie ha sido arrestado; aunque las autoridades completarán la investigación y entregarán sus conclusiones a la oficina del fiscal en Jefferson, dijo Lopinto.
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“No pienso que sea apropiado hacer un arresto en estos momentos”, dijo. “Ellos acaban de perder un hijo y ciertamente no fue intencional, de ninguna manera”.
El arma pertenecía al padre del niño, dijeron las autoridades. Se piensa que el menor la encontró bajo el asiento, dijo Lopinto. “Este tipo de muertes pueden prevenirse”, agregó.
Tras la muerte del niño, la oficina del alguacil de la parroquia de Jefferson advierte a las personas que aseguren sus armas y nunca las dejen dentro de los vehículos.
Por AP