Maestra dona riñón a su alumna de cinco años en EE.UU.

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Josh y Desiree, los padres de Kayleigh, estaban desesperados por hallar a un donante de riñón para su hija.

La vida de Kayleigh Kulage, una niña de cinco años del estado de Missouri (Estados Unidos), estuvo marcada de cirugías, diálisis y consultas médica, principalmente, debido a problema de riñón.

La pequeña nació prematura, en la semana 26 del embarazo, y después de pasar más de 150 días en la unidad de cuidados intensivos neonatales, los médicos le diagnosticaron ceguera parcial, sistema inmune debilitado y falla en sus riñones.

Los inconvenientes renales causó que tuviera que realizar 11 horas de tratamiento de diálisis todos los días a su corta edad.

Josh y Desiree, los padres de Kayleigh, estaban desesperados por hallar a un donante de riñón para su hija.

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Según reveló el portal People, cuando la menor alcanzó los requerimientos mínimos de altura y peso para recibir un trasplante en octubre de 2020, apareció un posible donante del sitio más impensado: su salón de clases.

Robin Mach, de 46 años, es una maestra de educación especial que tuvo a Kayleigh como estudiante por más de dos años.

Donación de riñón

Cuando se enteró que la pequeña necesitaba un trasplante de riñón, “no lo pensó dos veces” antes de ofrecer su órgano, contó la docente a la revista estadounidense.

“Le pregunté a Desiree un día, porque sabía que Kayleigh realmente lo necesitaba, así que pensé, ‘¿Por qué no intentarlo?’”, precisó Mach.

Después de tres meses de pruebas y de lo que la madre de la menor denomina “una montaña rusa de emociones”, los especialistas autorizaron que la educadora fuera la donante.

Me sentí muy aliviada y emocionada cuando me enteré porque el riñón de Kayleigh provenía de alguien que conocíamos”, expresó Desiree a People.

Exitosa operación

En febrero de este año, Kayleigh y Mach se sometieron a un exitoso trasplante de riñón que duró más de seis horas.

La profesora tuvo su cirugía primero en el Hospital de la Universidad de Saint Louis para extirpar el riñón, que luego fue llevado de urgencia a donde estaba la niña, en el Hospital de Niños Cardinal Glennon.

Tras la intervención quirúrgica, el estado de salud de Kayleigh mejoró radicalmente, relata su madre. Y señala que ya no se encuentra atada a su máquina de diálisis todas las noches, que el color está volviendo a sus mejillas y que ahora puede tomar largos baños antes de irse a dormir.

Desiree afirma que “nunca encontrará las palabras adecuadas” para agradecer a la maestra de su hija por el noble acto.

Con información de La República Perú