Amelia, es una joven migrante de 16 años originaria de Guatemala, quien logró cruzar México y tuvo que adquirir una deuda por $10,000 dólares con “coyotes” para lograr su paso a los Estados Unidos.
Por ahora, su único “sueño americano” es un trabajo extenuante en una planta de pollos en Alabama; según un reporte especial de Reuters.
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“A los 16 años, cuando la mayoría de los niños en los Estados Unidos están a la mitad de la secundaria, Amelia Domingo se encuentra trabajando en máquinas procesadoras de pollo… endeudada con usureros en su natal Guatemala”, se narra.
Las plantas avícolas de EE.UU. suelen tener un alto porcentaje de migrante en sus filas y el incremento de personas de Centroamérica ha obligado a menores de edad a refugiarse en esos trabajos para ahorrar dinero y pagar las deudas.
Migrante sometida a trabajo forzado
Amelia cruzó a Arizona en febrero pasado y se entregó a los funcionarios de inmigración y aunque fue llevada a un albergue para menores no acompañados, un mes después el Departamento de Salud y Servicios Humanos, que supervisa los refugios para niños migrantes; la entregó a una hermana en Alabama, quien no puede mantenerla, por lo que la adolescente debe trabajar.
“Casi no hay oportunidades [en Guatemala]… La mayoría de las personas de mi edad tienen que irse”; contó Amelia.
Ella y su hermana trabajan en la ciudad de Alabama utilizando identidades falsas y fechas de nacimiento falsas. “Las cuales fueron obtenidas por intermediarios ilegales que falsifican o obtienen dicha documentación para los inmigrantes indocumentados”; agrega el reporte.
Es la única forma en que el migrante logra colocarse en algún trabajo, bajo el riesgo de enfrentar algún proceso judicial por fraude.
La llegada de menores no acompañados aumentó considerablemente en los últimos dos años. En 221, la la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) detuvo a 146,925 niños y adolescentes.