Incendios forestales que quemaron viviendas y forzaron a miles de personas a dejar sus hogares ardían el martes en 10 estados del oeste de Estados Unidos y el mayor, en Oregon, amenazaba parte del suministro de electricidad a California.
Casi 60 incendios destruyeron áreas secas de árboles y maleza desde Alaska hasta Wyoming, de acuerdo con el Centro Nacional Interagencias. Arizona, Idaho y Montana representaban más de la mitad de los incendios grandes activos.
Los siniestros estallaron mientras el Oeste sufría su segunda ola de calor intenso en unas pocas semanas.
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Sequía contribuye a incendios
Una mega sequía alimentada por el cambio climático contribuía a condiciones que hacen los incendios mucho más peligrosos, dijeron científicos.
El Servicio Nacional de Meteorología dijo que el calor había alcanzado su pico en muchas áreas y que el resto de las alertas de calor excesivo debían expirar el martes por la noche.
El mayor de los incendios en Estados Unidos ardía en el suroeste rural de Oregon.
El Bootleg Fire — que ha devorado unos 818 kilómetros cuadrados (316 millas cuadradas) — amenazaba unas 2.000 viviendas, dijeron funcionarios estatales de bomberos.
Los bomberos batallaban para establecer líneas de contención y no habían conseguido rodear ninguna sección del incendio en el Bosque Nacional Fremont-Winema; cerca del poblado de Sprague River, en el condado Klamath.
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En el norte de California, un par de incendios causados por relámpagos llamado el Complejo Beckworth estaba rodeado al 26% por los bomberos luego de días de batalla contra las llamas en condiciones calientes, secas y con vientos.
Se emitieron órdenes de evacuación para 3.000 personas en áreas remotas del norte y la vecina Nevada.
Por AP