La escasez en los supermercados de Estados Unidos ha empeorado en las últimas semanas luego de que problemas nuevos, como la variante ómicron del coronavirus y el mal clima, se han sumado a los problemas en la cadena de suministro y a la escasez de mano de obra que han afectado a los minoristas desde que comenzó la pandemia de coronavirus.
La escasez es generalizada, impactando verduras y cárnicos; así como artículos empaquetados como el cereal. Y se está reportando a nivel nacional.
Así mismo en las tiendas de alimentos de Estados Unidos por lo general tienen entre el 5 y el 10 por ciento de falta de existencias, pero ahora mismo esa tasa es de alrededor del 15 por ciento; de acuerdo con Geoff Freeman, presidente y director general de la Consumer Brands Association.
Escasez en los supermercados de Estados Unidos
Parte de la escasez que los consumidores están observando en los estantes de las tiendas se debe a tendencias de la pandemia que nunca disminuyeron y que se han visto exacerbadas por la variante ómicron.
Y a eso se le suma una escasez de conductores de camiones que empezó a presentarse antes de la pandemia sigue siendo un problema.
En octubre, la Asociación Estadunidense de Transporte Terrestre dijo que en el país faltaban unos 80 mil conductores, una cifra histórica.
Pandemia y mal clima
Además, los envíos de cargamentos siguen demorados, lo que afecta a todo, desde a los productos importados hasta los empaques que son fabricados en el extranjero.
Los minoristas y productores de alimentos se han estado adaptando a esas realidades desde principios de 2020, cuando las compras de pánico al inicio de la pandemia provocaron que la industria cayera en picada.
Muchos minoristas están manteniendo más suministros de cosas como el papel higiénico, por ejemplo, para evitar una escasez grave.
Generalmente, el sistema funciona. Dankert señaló que los estantes vacíos han sido un fenómeno inusual en los últimos 20 meses. Es sólo que ahora las complicaciones adicionales se están acumulando, comentó.
Al igual que ha ocurrido con el personal de los hospitales, escuelas y oficinas, la variante ómicron ha causado estragos en las líneas de producción de alimentos.