Este martes, la Arquidiócesis de Santa Fe, Nuevo México, en Estados Unidos, llegó a un principio de acuerdo con más de 375 personas que denunciaron casos de abuso sexual por sacerdotes católicos. Las cifras que se manejan, superaron los 120 millones de dólares que se repartirán entre las víctimas.
Los abogados acusadores, la Arquidiócesis y las compañías de seguros le dijeron al juez federal, David Thuma, que creen que han llegado a un acuerdo. Los acusadores aún deben aprobar el trato, y tampoco está claro si las órdenes católicas como los Siervos del Paráclito agregarán dinero a la suma.
«La Iglesia toma muy en serio su responsabilidad de ver que los sobrevivientes de abuso sexual sean justamente compensados por el sufrimiento que han soportado. Esperamos que este acuerdo sea el próximo paso en el proceso de curación de aquellos que han sufrido daño»; aseguró el arzobispo de Santa Fe, John Wester.
Un experto externo determinará cómo distribuir el dinero entre los acusadores. El dinero podría distribuirse por igual o según la duración y la gravedad del abuso, entre otras cosas.
Principio de acuerdo para indemnización de víctimas en Estados Unidos
Suzanne Cully, una de las acusadoras, dijo que la orden católica merece juicio, así como cualquier otra orden que merezca la culpa de pedofilia.
Los Siervos del Paráclito tenían un centro de rehabilitación a partir de 1947 en Jemez Springs que finalmente trató de tratar a muchos miembros del clero culpables de abusar sexualmente de niños. A algunos de esos sacerdotes se les liberó por fines de semana o períodos más largos para servir a las congregaciones. Algunos de ellos continuaron perpetrando pedofilia después de esto.
De acuerdo a los resultados del juicio, Nuevo México tenía un problema especialmente grave con el abuso sexual del clero que afectó a las parroquias de todo el país y del mundo.
Un elemento del acuerdo tentativo es la creación de un archivo de información sobre la historia del abuso y otros elementos de la tragedia en el área geográfica de la Arquidiócesis, la cual dijo en su día que intentó verificar las acusaciones y, por lo tanto, está bastante segura de que la mayoría o todos los involucrados en este caso son víctimas.
Los abusos sexuales por parte de sacerdotes de la Iglesia Católica son comunes en Estados Unidos y en varios países del mundo también.
Con información de: Telesur TV