El escándalo por las acusaciones de acoso sexual contra el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, está empezando a extenderse a un sector que, en teoría, no sólo debería estar aislado de las críticas al político, sino capitanearlas: las organizaciones feministas y en favor de los derechos de las minorías sexuales.
Aparentemente, alguno de esos grupos decidió mirar para otro lado en el caso de la conducta sexual de Cuomo a cambio de cooperar con él.
Ése parece ser el caso de Time’s Up (una expresión que podría traducirse como «se ha acabado el tiempo» o «No podemos esperar más»), una organización que presta ayuda a supervivientes de acoso sexual.
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La presidenta de ese grupo, Roberta Kaplan, dimitió inesperadamente este lunes debido a las revelaciones de acoso contra Cuomo. Al mismo tiempo, el patronato de Human Rights Campaign, que es la mayor organización de defensa de los derechos de las personas LBTGQ+, ha abierto una investigación a su presidente, Alphonso David, en relación a la conducta de Cuomo.
Esos movimientos pueden parecer desconcertantes. ¿Qué tiene que ver una organización que defiende a las personas con una orientación sexual no heterosexual con las acusaciones contra el gobernador neoyorkino, que solo ha acosado a mujeres? Y ¿Cómo es posible que un grupo feminista se vea involucrado en esos acosos?
Cuomo buscando consejos de acoso
La respuesta está en que, cuando Cuomo empezó a verse bajo el fuego cruzado de esas acusaciones; decidió contratar como consultoras a varias de las organizaciones más prominentes de lucha por la igualdad de género de Estados Unidos para que le instruyeran a él y a su equipo acerca de cómo evitar el acoso sexual.
Time’s Up fue el grupo elegido para llevar a cabo esa tarea. Era, de hecho, la organización perfecta.
Había sido fundada en Hollywood en el momento álgido de la campaña #MeToo, desencadenada tras la revelaciones sobre el acoso sexual masiva perpetrado por el productor Harvey Weinstein – y de la que ninguna estrella se había dado cuenta hasta que empezó a salir en la prensa.
Su directora general es Tina Tchen, ex jefa de la oficina de Michelle Obama cuando ésta era primera dama.
Ahora hay indicios de que, a cambio del acceso al poder político en Nueva York, Time’s Up decidió saltarse sus propias normas y ‘dejar correr’ los testimonios sobre la actitud de Cuomo, algo similar podría haber sucedido en el caso de Huma Rights Campaign.
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Estos casos ponen de manifiesto la complicada relación entre los políticos, los donantes, Hollywood, y los activistas. Una relación en la que, al final, las últimas de la fila son las víctimas del acoso.
Unas víctimas del acoso que parecen estar empezando a jugar un papel más activo, como ha puesto de manifiesto la demanda interpuesta por una de las mujeres a las que presuntamente Cuomo agredió.
Entretanto, el Partido Demócrata de Nueva York sigue preparando la ofensiva legal y política contra su propio líder; y cada vez parece más probable que el gobernador sea sometido a un ‘impeachment’ que desencadenaría su destitución.
Por elmundo.es