Desde el ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre, Estados Unidos ha mostrado un sólido respaldo a su aliado, desplegando para fortalecer las medidas de disuasión regional.
El aumento de la presencia militar estadounidense en el Mediterráneo oriental y la distribución de escuadrones de aviones de combate son parte de esta respuesta; motivada por el temor a un crecimiento del conflicto.
La principal inquietud de Washington es la posibilidad de un segundo frente en la frontera norte de Israel, con la participación de Hizbulá respaldado por Irán; mientras Israel ataca Gaza controlada por Hamás.
Estas acciones contrastan con la política previa de Biden, quien buscaba reducir tensiones en Oriente Medio retirando tropas de Afganistán y desplazando defensas aéreas en Arabia Saudita.
Estados Unidos refuerza su presencia militar en Oriente Medio
La retirada de Afganistán y la reubicación de sistemas de defensa generaron la percepción en el mundo árabe de un desinterés estadounidense en la región. Sin embargo, el conflicto actual entre Israel y Hamás ha obligado al Pentágono a reforzar activos militares, incluyendo portaviones, submarinos nucleares; cazas y sistemas de defensa antiaérea en respaldo a Tel Aviv.
Estos movimientos buscan proteger las fuerzas estadounidenses en la región y disuadir a Irán y sus grupos aliados, incluidos Hamás y Hizbulá. La Casa Blanca se ha enfrentado abiertamente a Hizbulá; considerándolo una amenaza significativa que participa en ataques diarios contra Israel.
Además de Irán, los grupos militantes en Irak y Siria preocupan al Ejército estadounidense, con millas de soldados entrenando fuerzas locales en el primer país y la presencia iraní a través de milicias en el segundo.
Estados Unidos ha expresado públicamente su preocupación por Teherán debido al programa nuclear iraní. La Guardia Revolucionaria Islámica de Irán y la fuerza Quds se presentan como obstáculos clave para los objetivos israelíes y occidentales.
Exigen alto al fuego en medio de apoyo controversial a Israel
A un nivel más amplio, los rebeldes hutíes en Yemen, controlando el norte, han intentado atacar a Israel y posiblemente a Estados Unidos. Washington ha respaldado a Tel Aviv, pero esta postura no ha sido bien recibida internamente; con un 46% de demócratas desaprobando la posición de Biden según un sondeo de The Associated Press y NORC Center for Public Affairs Research.
Más de 500 funcionarios de 40 agencias del Gobierno estadounidense también expresaron su oposición al apoyo de Biden a Israel en los ataques contra Gaza; exigiendo un alto al fuego.